Misa por la Patria

El arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, presidirá el jueves 9 de julio, a las 10, la Misa por la Patria en la catedral metropolitana. La misa será transmitida en directo por el canal de YouTube Homilías Catedral y por streaming a través del Canal Orbe 21

 

6, 7, 8, 9 y 10 de Julio 2020 – Semana Social Virtual 2020

Como cada año la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) propicia este encuentro con personas representativas de los distintos ámbitos de la comunidad, para reflexionar sobre la realidad social de nuestro país.

 

6, 7, 8, 9 y 10 de Julio 2020

Semana Social Virtual 2020: NADIE SE SALVA SOLO

Como cada año la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) propicia este encuentro con personas representativas de los distintos ámbitos de la comunidad, para reflexionar sobre la realidad social de nuestro país.

En esta oportunidad y ante el grave marco provocado por la pandemia, las jornadas se llevarán a cabo bajo el lema: “ Nadie se salva solo” “llamados a remar juntos, hacia una conversión humanística y ecológica”

En cinco jornadas sucesivas, del 6 al 10 de julio del corriente y a las 18 hs, se abordarán temas como “Forjar un mundo más equitativo”, “Propiciar el diálogo y la reflexión común”, “El día después: Pensando la reactivación económica”, entre otros.

Entre los disertantes invitados han confirmado su asistencia Juan Carr, Monseñor Gustavo Carrara, Gonzalo Tanoira, presidente de ACDE, Miguel Besso, (Consejo Económico y Social), Eduardo López, epidemiólogo, Juan Cabandié, Ministro de Ambiente de la Nación, Fernando Quirós, ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Nicolás Trotta, Ministro de Educación de la Nación, Bernarda Llorente y Carlos Pagni, periodistas, Fernanda Raverta (ANSES), Martín Lousteau (senador nacional, economista), Miguel Acevedo (UIA), entre otros.

 

Habida cuenta de las normas de aislamiento social en esta oportunidad el encuentro se transmitirá en vivo por el canal de Youtube Comisión Episcopal de Pastoral Social.

Aprender de los sencillos

Jesús no tuvo problemas con las gentes sencillas del pueblo. Sabía que le entendían. Lo que le preocupaba era si algún día llegarían a captar su mensaje los líderes religiosos, los especialistas de la ley, los grandes maestros de Israel.

 

APRENDER DE LOS SENCILLOS

Por José Antonio Pagola

Jesús no tuvo problemas con las gentes sencillas del pueblo. Sabía que le entendían. Lo que le preocupaba era si algún día llegarían a captar su mensaje los líderes religiosos, los especialistas de la ley, los grandes maestros de Israel. Cada día era más evidente: lo que al pueblo sencillo le llenaba de alegría, a ellos los dejaba indiferentes.

Aquellos campesinos que vivían defendiéndose del hambre y de los grandes terratenientes le entendían muy bien: Dios los quería ver felices, sin hambre ni opresores. Los enfermos se fiaban de él y, animados por su fe, volvían a creer en el Dios de la vida. Las mujeres que se atrevían a salir de su casa para escucharle intuían que Dios tenía que amar como decía Jesús: con entrañas de madre. La gente sencilla del pueblo sintonizaba con él. El Dios que les anunciaba era el que anhelaban y necesitaban.

La actitud de los «entendidos» era diferente. Caifás y los sacerdotes de Jerusalén lo veían como un peligro. Los maestros de la ley no entendían que se preocupara tanto del sufrimiento de la gente y se olvidara de las exigencias de la religión. Por eso, entre los seguidores más cercanos de Jesús no hubo sacerdotes, escribas o maestros de la ley.

Un día, Jesús descubrió a todos lo que sentía en su corazón. Lleno de alegría le rezó así a Dios:

«Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra,

porque has escondido estas cosas a sabios y entendidos

y las has revelado a la gente sencilla».

Siempre es igual. La mirada de la gente sencilla es, de ordinario, más limpia. No hay en su corazón tanto interés torcido. Van a lo esencial. Saben lo que es sufrir, sentirse mal y vivir sin seguridad. Son los primeros que entienden el evangelio.

Esta gente sencilla es lo mejor que tenemos en la Iglesia. De ellos tenemos que aprender obispos, teólogos, moralistas y entendidos en religión. A ellos les descubre Dios algo que a nosotros se nos escapa. Los eclesiásticos tenemos el riesgo de racionalizar, teorizar y «complicar» demasiado la fe. Solo dos preguntas: ¿por qué hay tanta distancia entre nuestra palabra y la vida de la gente? ¿Por qué nuestro mensaje resulta casi siempre más oscuro y complicado que el de Jesús?

Testimonios de la Vida, obra y legado de P. Juan Carlos Scannone

Compartimos la charla homenaje al Padre Juan Carlos Scannone organizada por el CLAdeES con el titulo: «Vida, obra y legado de P. Juan Carlos Scannone | El pensamiento Latinoamericano en clave universal.»

 

https://youtu.be/7znbyVS-3II

 

El Padre Juan Carlos Scannone fue un teólogo jesuita y docente argentino nacido en Buenos Aires (Argentina) en el año 1931.

Se desempeñó como profesor en el Seminario Jesuita de San Miguel. Scannone obtuvo su doctorado en la Universidad de Múnich en Alemania. Fue uno de los profesores más influyentes en el pensamiento de Jorge M. Bergoglio, quien más tarde se convertiría en el papa Francisco. En el año 2014 fue distinguido como Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Córdoba y en el 2019 fue reconocido con el Doctorado Honoris Causa en “Cultura de la Unidad” por el Instituto Universitario Sophia (Italia).

El Padre Scannone es considerado uno de los principales referentes de la escuela argentina de la Teología del pueblo, rama autónoma de la Teología de la liberación, y maestro de muchos de los teólogos de América Latina. Los principios de la teología del pueblo articulan el cristianismo con una visión no paternalista de la Opción por los pobres.

Diferentes oradores participan del homenaje con el fin de contribuir a esclarecer para el gran público la importancia de los aportes del Padre Scannone: 

  • Mons. Dr. Piero Coda (Instituto Universitario Sophia),
  • Pbro. Dr Carlos M. Galli (Decano de la Facultad de Teología de la UCA),
  • Dra. Susana Nuin (CLAdeES – Sophia ALC),
  • Pbro. Dr. Daniel Lopez S.J. (Equipo jesuítico latinoamericano de reflexión filosófica),
  • Dra. Ana Donini (Grupo Farrell) y
  • Dr. Ariel Fresia (Grupo Pueblo, Fe y Cultura).

Quienes tuvimos la gracia de Dios de conocerlo, celebramos el don de su vida, y también su sabiduría, humildad y generosidad siempre puestas al servicio de la unidad de la Iglesia, de la evangelización de los Pueblos de América Latina y de la construcción de una sociedad más justa, fraterna y solidaria.

A un año de su partida, distintas instituciones se congregan para hacer una charla homenaje al Padre Juan Carlos Scannone, quien además fue un entusiasta colaborador y animador de muchas ellas.

 

Santa Sede insta a reducir o condonar la deuda de los países más pobres

El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas relanzó el pedido del Papa Francisco en su mensaje Urbi et Orbi de reducir o incluso condonar la deuda que pesa en los presupuestos de los países más pobres. Se trata de una vía que, en medio de la crisis provocada por la pandemia de coronavirus, podría «salvar vidas en lugar de perderlas».
No cabe duda de que la actual crisis del Covid-19 afectará más gravemente a la vida y los medios de subsistencia de los habitantes del mundo en desarrollo. Una vía a través de la cual este impacto potencialmente devastador podría suavizarse, y salvar vidas en lugar de perderlas, es haciendo frente a la agobiante carga de la deuda externa acumulada, tanto a nivel público como privado, en los países en desarrollo en los últimos años. Fueron palabras del Arzobispo Ivan Jurkovič, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y otros Organismos internacionales en Ginebra, durante el 67º período de sesiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) que tuvo lugar este 2 de julio de 2020.

En su declaración el Arzobispo relanzó el pedido del Papa Francisco en su Mensaje Urbi et Orbi, del 12 de abril de 2020de reducir o incluso condonar la deuda que pesa en los presupuestos de los países más pobres. Señaló la importancia de una acción coordinada de la comunidad internacional para proporcionar un alivio de la deuda a los países afectados por la crisis, y recordó, a propósito, la Iniciativa para los países pobres muy endeudados (PPME) y la Iniciativa para el Alivio de la Deuda Multilateral (IADM) del pasado reciente, que demuestra que “la comunidad internacional puede actuar con decisión”, cuando es necesario.

Asimismo, señaló que en el camino hacia un mundo más inclusivo y sostenible no es sólo cuestión de hacer que los mercados funcionen mejor, sino que es necesario un programa que aborde las limitaciones sistémicas de la movilización de recursos y la difusión tecnológica, que mitigue las asimetrías en el poder de mercado derivantes de las reglas desproporcionadas de un mundo hiperglobalizado, que corrija los déficits existentes en la gobernanza económica mundial y garantice el espacio necesario de políticas para ajustar los desafíos locales a los objetivos internacionales. Y, dada la complejidad de la economía, no pueden pasarse por alto ni subestimarse los factores éticos y culturales.

Jurkovič expresó preocupación por la asignación económica cada vez menor al sector de la salud, y por el abuso y la depredación del medio ambiente natural del que depende, en última instancia, no sólo la vida económica, sino toda la vida humana.

Tal es así que “el desafío inmediato” es garantizar que los encargados de la formulación de políticas dispongan del espacio y los recursos necesarios para responder a la conmoción sanitaria y mitigar los daños económicos que la acompañan. Es evidente- observó – que las consecuencias de la crisis van mucho más allá del ámbito financiero, extendiéndose a las esferas económica, social y cultural. Por estas razones, la comunidad internacional no puede permitir que el sistema financiero siga siendo una fuente de inestabilidad económica mundial; debe adoptar urgentemente medidas para evitar el estallido de otras crisis financieras en el futuro.

El Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU concluyó su declaración con las palabras del Papa Francisco en su Mensaje Pascual:Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia. […]Que estos hermanos y hermanas más débiles, que habitan en las ciudades y periferias de cada rincón del mundo, no se sientan solos”.

Link: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2020-07/jurcovic-santasede-insta-reduccion-condonacion-deuda-paises-pobr.html

El Sínodo no está en pausa…

El Sínodo no está en pausa… En este tiempo de incertidumbre y dolor… pedimos especialmente a Jesús, Vida de toda la familia humana,  que nos acompañe. Y también damos gracias por el impulso que recibimos de Él para desplegar la tarea evangelizadora en nuestra ciudad, a través del Servicio en la caridad, el Anuncio de Su palabra y la Celebración de la fe, siendo cada uno alimento de Vida para sus hermanos.

 

Sínodo Arquidiocesano: «aprender a detenernos y ser compasivos»

En este tiempo de incertidumbre y dolor… pedimos especialmente a Jesús, Vida de toda la familia humana,  que nos acompañe.

Y también damos gracias por el impulso que recibimos de Él para desplegar la tarea evangelizadora en nuestra ciudad, a través del Servicio en la caridad, el Anuncio de Su palabra y la Celebración de la fe, siendo cada uno alimento de Vida para sus hermanos.

Continuamos en este tiempo el camino sinodal en nuestra arquidiócesis, de una manera especial: “Caminamos juntos”, pero aceptando que el mismo Espíritu ha modificado nuestros planes de estar ahora realizando la Asamblea Sinodal, con los delegados reflexionando sobre el Documento de Trabajo. Eso se hará cuando sea oportuno y posible.

Mientras tanto crecemos en las actitudes sinodales que forman parte de un estilo y modo de ser Iglesia que espera Dios para nosotros, como lo enseña el Papa Francisco.

La oración del Sínodo que venimos rezando desde hace más de tres años, ha sido profética al decir “ayúdanos a detenernos para ser compasivos…”. La pandemia nos obligó a detenernos y vivir la sinodalidad de un modo creativo: en el servicio a los hermanos, en el anuncio de la Palabra y en la celebración de la Fe, buscando el fruto de la comunión y el encuentro.

El Sínodo no está en pausa, está desplegándose en el servicio y solidaridad hacia tantos hermanos que hoy necesitan de la cercanía de la Iglesia y sus miembros. Hoy le pedimos a Jesús Eucaristía: “¡Que tu Espíritu de amor nos impulse, para hacer de nuestro Sínodo un espacio de comunión y renovación!”

Poli: “Que esta Patria se ponga de pie es parte de la esperanza cristiana”

La clausura estuvo a cargo del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, quien dirigió unas palabras a los presentes, inspiradas en el interrogante planteado en el tedeum del pasado 25 de mayo: “¿No será momento de ir hacia un Gran Pacto Nacional con mirada amplia y generosa?”.
Recordando sus palabras, el arzobispo consideró que los argentinos “contamos con una larga experiencia en nuestro acervo político, cuyo mayor logro fue recuperar la democracia y defenderla como supremo valor”.

En ese sentido, animó a un pacto “que no sea funcional ni coyuntural, dejando de lado mezquinos intereses sectoriales. Se trata de una propuesta superadora de todo partidismo y fracción, porque la unidad prevalece al conflicto”, advirtió. “Una propuesta que convoque a los principales actores de la política, capaces de gestar una Cultura del Encuentro que acentúe las coincidencias y no las diferencias”, animó.
Recordando las características del diálogo expuestas por el papa San Pablo VI en su encíclica Ecclesiam Suam, señaló que debe tener claridad, afabilidad, confianza y prudencia. “Cuando el diálogo se conduce así, se realiza la unión de la verdad con la caridad, de la inteligencia con el amor”, afirmó.

“Un pacto social lo imagino como una gran mesa de la comunidad nacional, donde están todos los sectores, donde todo el mundo llevará verdades en su corazón y en su mente. Para que la verdad dé sus frutos, tiene que dejar de ser tuya y dejar de ser mía. El diálogo hace surgir una verdad asombrosa, milagrosa. Saca de los interlocutores lo mejor de lo humano”, sostuvo.
“Algunos de los panelistas hablaron sobre tomar de nuestras raíces, de identidad nacional, de pensamiento cultural, de la fe de nuestro pueblo, de los sentimientos, la cultura, el sentido federal de nuestra república. Las raíces de nuestra Patria”, repasó el purpurado, y llamó a un Pacto “donde se puedan poner todos los valores, las grandezas de nuestra Nación, nuestros fracasos también, el reconocimiento de lo que no hemos podido hacer, pero hay algo de nuestra fe que lo atraviesa, que es la esperanza”, reconoció.

“El catecismo dice que la esperanza es una virtud que nos regaló Dios, que nos hace tender más allá de la muerte, pero que arrastra todas las pequeñas esperanzas de la vida. Que esta Patria se ponga de pie también es parte de la esperanza cristiana”, concluyó.

“La Cultura del Encuentro. Identidad y pertenencia en la base del Pacto Social para la integración nacional”

Partiendo de la idea de que “sin una comunidad no podemos desarrollarnos plenamente como personas”, Donini planteó la necesidad de “políticas de Estado con un horizonte de largo plazo, que prioricen el bien común, y la deuda social sobre todo con los más vulnerables que son los más perjudicados en momentos de crisis e incertidumbre”

“Es importante que al iniciar una nueva etapa se pueda llegar a estos acuerdos y que todos puedan estar en esa mesa, sobre todo los que han sido víctimas de un modelo que los ha excluido”, señaló, advirtiendo la necesidad de “un pacto cultural subyacente que posibilite un diálogo a largo plazo y que tome cuestiones estructurales”.

Mario Casalla, doctor en Filosofía y presidente de la Asociación de Filosofía Latinoamericana y Ciencias Sociales, consideró que la Argentina “ha tenido a lo largo de su historia varios finales de ciclo. Vivimos un final de ciclo muy específico ahora. Es el tercer intento de una experiencia neoliberal fracasada en nuestro país”, afirmó.
Ante esta situación, consideró, “no se trata de un cambio de nombres sino de un cambio de proyectos para superar la etapa liberal que concluye, planteando otro proyecto de nación reparador, inclusivo y central en la paz y en la justicia social en tanto valores éticos irrenunciables”.

El Pacto Social, aseguró, “se trata de algo que en los últimos 50 años lo intentamos varias veces y nos sacó de varios apuros y acaso por no insistir en él volvimos a desembocar en nuevas crisis. No es algo nuevo ni imposible de implementar. Se trata de volver a poner en marcha un país que requiere lo mejor de nuestra voluntad y de nuestra inteligencia”.

“La cuestión social en el centro del Pacto Social”

El tercer panel fue inaugurado por Carolina Mera, decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, quien consideró que “un pacto social no puede buscar más que justicia, equidad y dignidad. Esto tiene que ver con concebir las relaciones humanas desde el paradigma de la inclusión”, afirmó.
En ese sentido, además de una reestructuración en lo económico o financiero, exhortó en primer lugar a “reconstruir la trama social, volver a una sociedad pacífica, sin violencia. Si no logramos ese clima social es muy difícil que logremos un respeto por los demás”, aseguró.
“No hay que luchar contra la brecha de los partidos políticos, porque es una brecha que fue construida estratégicamente. Pero sí hay una brecha que divide por un lado a millones de niños y ancianos debajo de la línea de pobreza y por otro a los privilegiados, los ricos, los que concentran la mayoría de la riqueza que se produce en nuestro país”, esa es la brecha contra la que hay que luchar, consideró, deseando “que este nuevo pacto social nos devuelva dignidad, justicia, respeto, trabajo”.

Esteban Castro, secretario general de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), hizo hincapié en que “el nudo de la discusión sobre el pacto social que hay que dar es en realidad entre la sociedad, cómo hacer para que las concepciones retrógradas evolucionen y se pase a tener un sentimiento de solidaridad con los más humildes”
En ese sentido, advirtió que “no puede haber trabajadores que no tengan el mismo derecho que otros”. El eje del planteo de un Pacto Social, sostuvo, “es que para nosotros la unidad tiene que estar en torno a los más humildes, sino no hay unidad. Es desde ahí”.
“Queremos ser parte del Pacto Social, si no nos sientan en la mesa para nosotros no hay Pacto Social, porque los más humildes hicimos un esfuerzo enorme para elevar el piso del debate”.

A su turno, el secretario general de La Bancaria, Sergio Palazzo, recordó que “la Argentina ha estado plagada de buenas intenciones, de tratar de cristalizar un acuerdo social, un diálogo, y prácticamente ninguno de ellos ha llegado a buen puerto”.
“Es la primera vez que estamos llamados a discutir la posibilidad de un Pacto con anterioridad a la ejecución de políticas de un gobierno, con el objetivo de generar bases fundacionales”, destacó, y señaló que “un pacto social necesita como objetivo la necesidad del pleno empleo en la Argentina”.
“Estamos ante una situación única y excepcional: que haya una convocatoria a un Pacto Social previo a la asunción de un gobierno, esto nos tiene que dar el empuje para interpretarlo desde el lugar que se convoca, desde la grandeza. Necesitamos un pacto que garantice la restitución de dos derechos: Que todos los argentinos vuelvan a comer, porque esa es la única grieta; y que todo el mundo vuelva a tener medicamentos para curarse”.

Miguel Ángel Pesce, vicepresidente del BCRA entre 2004 y 2015, aseguró que “las organizaciones sociales tienen que ser parte del Pacto Social que se viene”, y advirtió que “el Pacto más importante que tiene la sociedad moderna es el acuerdo de precios”.
“El Estado es un actor principal en este acuerdo social de precios”, afirmó, y animó a tener presente en el próximo Pacto Social “no sólo redistribuir ingresos sino vencer las restricciones que impiden que los esquemas de redistribución prosperen”.

Daniel Arroyo, ex viceministro de Desarrollo Social de la Nación y diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, advirtió sobre una “catástrofe social”, con un gran problema de hambre, de malnutrición. “Soy de los que creen que el pacto es imprescindible y que para reconstruir primero hay que parar la caída”, reconoció.
“Los movimientos sociales y los sindicatos son parte de la solución, no son parte del problema: hay que construir desde ahí. Aquí hay actores centrales, pero tienen que estar claramente los que le están poniendo el cuerpo”, sostuvo.

Entre los elementos necesarios para un pacto, Arroyo enumeró: Comer tiene que ser barato, “es una regla, no un debate”; no se puede dar crédito usurario, el Estado tiene que desendeudar a la familia, no reendeudar; cortar la venta de drogas en los barrios de verdad, y no como un slogan, porque “no hay reconstrucción del tejido social si le va bien al que hace lo que no hay que hacer; revalorizar la escuela, “es con los docentes, no contra los docentes. La reconstrucción es desde la escuela, fortaleciendo, mejorando”.
“El Pacto Social es de abajo hacia arriba, con desarrollo local, desde los barrios. La Argentina se reconstruye desde abajo hacia arriba. Lo que hagamos los próximos cuatro años va a marcar lo que pase los próximos veinte. Es ahora o la complicamos del todo. Si lo hacemos bien tenemos un solo objetivo: dejarle a nuestros hijos y a nuestros nietos un país mejor del que tenemos”.

“Ejes estratégicos en un pacto social con perspectiva federal.”

En el marco del panel “Ejes estratégicos en un pacto social con perspectiva federal”, Marcelo Leiras consideró que la prioridad en un Pacto Social es la reducción de la pobreza. “La Argentina no debería tener la cantidad de pobres que tiene y sostiene en el tiempo. Nuestro Pacto Social tiene que ayudarnos a alcanzar eso, de lo contrario será auspicioso pero no valdrá la pena defenderlo con fuerza”.
“El pacto que alcancemos tiene que ser consistente en que se garantice que los pobres vivan mejor”, afirmó el director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de San Andrés.

Por su parte Arnaldo Bocco destacó la pluralidad de los expositores en la convocatoria “al pacto social y la presencia de Francisco que ha tenido el atributo enorme intelectual de haber publicado una cantidad de pensamientos que condicionan el pensamiento tradicional para pensar en serio cómo se destraban algunos aspectos de la sociedad argentina.”
Sobre el título de la convocatoria, Bocco remarcó que “se hace un Pacto Social porque queremos establecer equilibrio en el funcionamiento económico que está en un estado inesperadamente complejo en la Argentina” porque nuestro país “durante muchas décadas se especializó en exportar ahorro e importar deuda.”
“Cada una de las últimas crisis han sido crisis financieras y eso nos llevó a hacer desaparecer el crédito financiero. Necesitamos reformar el sistema financiero” sentenció el director del Departamento de Economía y del Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo.

“Celebro que estemos hablando de Pacto Social porque significa dejar atrás una tragedia en la Argentina, que es la grieta en el sentido de descalificar absolutamente al que ve las cosas de otra manera, no reconocer entidad o humanidad al que piensa de otra manera. Olvidarnos de que la Argentina es de todos, que la democracia es un sistema de gobierno de todos y que en consecuencia tenemos cosas en común que valen más que lo personal de cada uno” sostuvo a su turno el senador nacional Federico Pinedo.
Luego de explicar la relación directa entre inflación y pobreza y haciendo un llamado asumir ese “ese problema con seriedad, contundencia, compromiso y unidad”, Pinedo señaló que la educación es otro tema central porque “el mundo está en una etapa de revolución digital que genera los cambios más profundos y ha tenido un impacto tremendo que va a ser mas profundo en los próximos años y hay que adecuar a nuestro pueblo a esa realidad, lo que requiere un cambio profundo en la educación.”
Finalmente instó a los presentes a “sentarse a buscar pactos, pensar una Argentina enormemente productiva y llena de oportunidades como en realidad tiene que ser. Cuando falta hacer muchas cosas eso significa muchas oportunidades. Esa es la responsabilidad nuestra.”

Para finalizar el panel “Ejes estratégicos en un Pacto Social con perspectiva federal”, el diputado nacional Felipe Solá indicó que “hay que poner la cabeza en emergencia, cambiar la manera de pensar. La de quienes tienen conciencia y la de quienes no. Excepto los valores constitucionales y éticos, todo lo demás tiene que estar sobre la mesa del Pacto Social” resaltando que el centro de la cuestión es el “modelo económico y social queremos tener en la Argentina de aquí en adelante.”
“Tenemos que abrir todas las puertas. Hay que hacer las cosas por el pueblo, para el pueblo y ahora también con el pueblo. Integrar a las provincias, que nadie pueda decir ‘a mí no me llamaron’. Nuestra única fuerza es la política” afirmó Solá. “Si no puedo escuchar al otro, conceder al que está explicando su problema, y resignificar el tema, no voy a poder persuadir. Son verbos concretos” sostuvo quien pidió “un pacto para poder tomar medidas económicas que no redunden en inflación, para poder asegurar la capacidad de plantearse crecimiento, desarrollo y justicia social.”

“¿Por qué es necesario un pacto social a nivel nacional?”

Luego del acto de apertura, se desarrolló el primer panel de disertantes, titulado “¿Por qué es necesario un pacto social a nivel nacional?”.

El doctor en Ciencia Política y director del programa Estado y Políticas Públicas de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Acuña, se refirió a la necesidad de reconocer la responsabilidad del Estado para lograr el sostenimiento del Pacto Social en el tiempo.

La función del Estado, explicó, no se limita al armado de los pactos, sino que debe resolver los problemas entre los diversos actores e intereses. En ese sentido, consideró que “una pieza esencial para que el Pacto sea exitoso apunta a una construcción institucional que dote al Estado de capacidad para sostenerlos”
Para ello, consideró fundamental el valor de la gestión pública; la capacidad de planificación; y los desafíos de coordinación, que implican “la capacidad de abordar problemas multicausales que demandan a diversas áreas del Estado”. Sin estos tres elementos, afirmó, “minamos la probabilidad de éxito de cualquier pacto”.

Por su parte, José Urtubey, Premio Konex 2018 a Dirigentes Empresarios, miembro del Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina, hizo hincapié en la necesidad de un desarrollo sustentable como marco del Pacto Social: “El crecimiento debe ser acompañado por una fuerte inclusión social y el tema medioambiental. Pensar en las próximas generaciones es la clave del pacto social”.
En ese sentido, llamó a “superar las viejas antinomias y dirigirnos hacia una mirada integral y federal”.

A su turno, Carlos Ianizzotto, integrante de la Mesa Ejecutiva de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y presidente de Coninagro, consideró que la justicia en la Argentina es una materia pendiente. “No hay estructura social ni país que pueda existir sin la justicia y la solidaridad. Y lamentablemente si no hay justicia es muy difícil que exista la solidaridad”, expresó. “Nos tenemos que hacer cargo todos, también el campo, y aquí estamos presentes en el lugar que corresponde”, afirmó.
“Estamos creando pobreza y desigualdad para el productor y para el consumidor. Si no hay en la Argentina movilidad social, hay generaciones y generaciones que no tienen futuro ni posibilidades de desarrollarse”, advirtió.
En ese sentido, consideró: “En este pacto social tenemos que volver a ser originales, que significa volver a nuestros orígenes, a entablar un profundo diálogo para fortalecer a la sociedad, que ha sido la característica de nuestro país; la solidaridad entre el movimiento obrero, industrial y capital. Tenemos que reestablecer esa alianza de diálogo social”.
“Tiene que haber un Estado ágil que busque el bien común y no las maniobras políticas. Hoy la política no está orientada a lo que el pueblo realmente necesita y necesitamos de un Estado presente y sobre todo con aquellos que más lo necesitan”, afirmó Ianizzotto.
“El cooperativismo puede ser también un instrumento para lograr la integración: es símbolo de comunidad organizada, y un signo del capital social, porque no nos une la renta sino el interés por prestar un buen servicio. Con sencillez podemos aportar a nuestra nación el dialogo, la solidaridad y el consenso que necesitamos”, concluyó.

El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer, por su parte, llamó a preguntarse “¿Qué dirección le damos a nuestro país?”. En tal sentido, llamó a poner la mirada en la investigación y el desarrollo. “A la fe le vamos a poner esperanza, y a la esperanza voluntad y futuro. El desarrollo integral de nuestro país va a permitir que nuestros compatriotas puedan realizarse cada uno en el lugar que nacieron, y esto es una mirada transformadora de fondo”, consideró.
“Somos muchos sectores, pero somos muy democráticos, porque dialogamos con todos intentando generar debate y consenso, y todos queremos esta mirada de país. No importa si hay matices en el movimiento obrero, porque hay unidad de criterio: queremos una Argentina distinta”, sostuvo, y concluyó: “Hay que tener la voluntad política de transformar la Argentina”.

Accaputo: “Estamos convocados a buscar juntos una dirección para nuestro país”

La apertura del encuentro estuvo a cargo del secretario general de Foetra, Osvaldo Iadarola, la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la ciudad de Buenos Aires, Guadalupe Tagliaferri, el responsable de la Pastoral Social de Buenos Aires, presbítero Carlos Accaputo, y el Defensor del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor.

Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional, el anfitrión de la XXII Jornada, Osvaldo Iadarola, en nombre de Foetra dio la bienvenida a los presentes. “No nos preocupan los roles protagónicos, pensamos que los mejores aportes podemos hacerlos desde las organizaciones que nos toca representar, fundamentalmente en la unidad del Movimiento Obrero. Queremos aportar la unidad en la diversidad, porque la unidad en la homogeneidad es fácil”, reconoció.

Por su parte, el defensor del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alejandro Amor, animó a mirar el pasado para aprender de los pactos y acuerdos que se desarrollaron en la Argentina, porque allí radica su valor. En ese sentido, exhortó a actuar con buena fe y compromiso, y a “establecer políticas estratégicas que sirvan como referencia y que sean consensuadas y respetadas, sea quien sea que gobierne”.

A su turno, la ministra Guadalupe Tagliaferri, compartió una carta enviada por el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien agradeció por la invitación a la Jornada. “De cara al futuro de nuestro país es fundamental generar acuerdos”, afirmó el mandatario en su mensaje, y llamó a tener una mirada federal, sólida, trabajar todos juntos, poniendo en práctica la cultura del encuentro.

“Este día nos permite reflexionar sobre cómo construir un nuevo pacto social”, afirmó Tagliaferri, y consideró que “poder transformar la realidad requiere que todos aquellos que tienen como valor el diálogo, la construcción colectiva, los valores del respeto al otro, de entender en la diferencia la necesidad de construir juntos, un nuevo pacto social más allá de las diferencias más allá del tiempo, de las estructuras partidarias, que nos permita consensuar en función de qué y cómo vamos a lograr este nuevo pacto social”.

El acto de apertura concluyó con la intervención del padre Carlos Accaputo, quien agradeció la oportunidad de compartir “con mucha libertad”. En cuanto a la necesidad de un Pacto Social, expresó: “La pobreza es fruto de decisiones políticas y nos tenemos que hacer cargo todos. Hay algo que hemos hecho muy mal. Entre todos tenemos que poner el hombro, las manos, la inteligencia y ver cómo se resuelve”, aseguró.

Finalmente, instó a una cultura del encuentro “no sólo en cuanto a encontrarnos, sino pensar la cultura como ese sustrato del que somos parte, y donde si tenemos una política, una economía, una empresa, sea para darle sentido a la existencia de mujeres y hombres de nuestro pueblo. El verdadero sentido lo da la felicidad del pueblo”, sostuvo.
“Estamos convocados a buscar juntos una dirección para nuestro país”, concluyó.

Pablo VI y la Encíclica del Diálogo

Emanuela Campanile – Ciudad del Vaticano

En la existencia de San Pablo VI, el 6 de agosto no coincide sólo con su dies natalis – era 1978 – pero también representa una fecha fundamental en el Magisterio de este Papa, sucesor de Juan XXIII y de quien había heredado el grave desafío del Concilio Vaticano II. La referencia es a la publicación de la primera Encíclica de Montini, Ecclesiam Suam, conocida como la Encíclica del Diálogo, aunque el «diálogo» no es la única línea programática trazada por el nuevo Pontífice. Fue el 6 de agosto hace 55 años. Hablamos de ello con Don Angelo Maffeis, presidente del Centro de Estudios del Instituto Pablo VI de Concesio (Brescia), lugar de nacimiento de Giovanni Battista Montini.

Don Maffeis, Ecclesiam Suam, además de ser la primera encíclica del Papa Pablo VI, es el primer documento oficial del Magisterio en el que aparece la palabra «diálogo»….

R. -Eclesiam Suam, fue la encíclica inaugural del Pontificado de Pablo VI, la primera. Así, como siempre sucede con cada nuevo pontificado, se han examinado los temas que el Papa recién elegido abordará en su magisterio y en su acción pastoral. En el caso de Pablo VI, esto se entrelaza con el hecho que de su predecesor, Juan XXIII, había heredado el Concilio Vaticano II, que se había abierto en octubre de 1962 y que había dado sus primeros pasos.

De alguna manera Pablo VI quiere reflexionar sobre la Iglesia, proponer su reflexión y lo hace en un contexto en el que el Concilio Ecuménico se interroga sobre los mismos temas. Hay casi un juego de espejos entre el discurso del 29 de septiembre de 1963, cuando Pablo VI inauguró el segundo período del Concilio -el primero presidido por él- y la encíclica que apareció al año siguiente y que desarrolla, precisamente, los temas que ya había esbozado.

De hecho, el diálogo tiene un papel central, aunque no sea el único tema que se desarrolla en el documento. Esta centralidad ha sido confirmada también por una serie de notas de Pablo VI tituladas «Notas para una encíclica sobre el diálogo». Montini, desde sus primeros años, sintió la necesidad de que la Iglesia y el anuncio cristiano, volviera a encontrar las vías de comunicación con la cultura contemporánea y llegó precisamente a la Cátedra de Pedro, con este concepto importante no sólo para la Iglesia, sino también para la cultura del diálogo.

¿Qué entendía el Papa Pablo VI por «diálogo» y, sobre todo, a quién se dirigía?

R. – Para comprender la naturaleza del diálogo -como Pablo VI lo quiso precisamente- hay que partir de lo que podríamos definir su dimensión vertical: para Pablo VI el diálogo es ante todo el coloquio salutis, el coloquio de la salvación, que Dios mismo comienza por la Palabra que se dirige a la humanidad, la Palabra de su revelación, la Palabra con la que dirige y salva a su pueblo.

Y precisamente porque Dios inició este diálogo, Pablo VI afirma que la misión de la Iglesia es introducir en la conversación humana esta Palabra que Dios le ha confiado, que los creyentes, en primer lugar, deben escuchar y que deben introducir en el circuito de la conversación y el diálogo entre los seres humanos.

Montini también rechaza una visión de los círculos concéntricos con los que debe desarrollarse este diálogo. Es un diálogo que se desarrolla en primer lugar con los cristianos, luego la impronta y la importancia del tema ecuménico para el Vaticano II, que expresa todo su pontificado. Diálogo que se manifiesta entonces con todas las demás religiones y, finalmente, con toda la humanidad. Podemos decir que Pablo VI nos invitó a compartir esta confrontación y este esfuerzo, por un lado, para responder a la Verdad que Dios ha manifestado y, por otro, para cooperar por el bien de la humanidad.

55 años después, ¿podemos decir que Ecclesiam Suam, precisamente porque es la «¿Encíclica del Diálogo”, tiene aspectos actuales?

R. – Por supuesto que los contextos han cambiado, pero la demostración más obvia de la importancia del diálogo es la alternativa al diálogo. Hoy tendemos a excluir el punto de vista de los demás, una alternativa que en su raíz compromete la posibilidad de que los seres humanos vivan juntos. Por tanto, nada de esta actitud nos hace comprender que, por difícil que sea el camino del diálogo, requiere paciencia y, por un lado, fidelidad a las propias convicciones -porque, ciertamente, nada está más lejos de la idea de Pablo VI de fracasar en las condiciones de la fe cristiana- y, por otro lado, está convencida de que el mensaje cristiano debe llegar a la humanidad, y que la humanidad es lo que se nos da en un momento histórico determinado.

Hay otro gran recuerdo de Pablo VI cuando, al concluir el Concilio, en vísperas de la última sesión pública del 7 de diciembre, comparó el trabajo del Concilio con el acto por el que la Iglesia, como el Buen Samaritano, se inclinó por la humanidad contemporánea.

Dice que simplemente quiere «servir a la humanidad» y me parece que esta conciencia, por un lado, de la Palabra de la que la Iglesia es portadora y guardiana, y por otro de la humanidad a la que es enviada, son los grandes temas universales, pero que reflejan la situación particular en la que se desarrolló el pontificado de Pablo VI.

Link: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2019-08/pablo-vi-eniclica-del-dialogo.html

Vivir en armonía

VIVIR EN ARMONIA
Por José Antonio Pagola

«Mi pequeño rebaño». Jesús mira con ternura inmensa a su pequeño grupo de seguidores. Son pocos. Tienen vocación de minoría. No han de pensar en grandezas. Así los imagina Jesús siempre: como un poco de «levadura» oculto en la masa, una pequeña «luz» en medio de la oscuridad, un puñado de «sal» para poner sabor a la vida.

Después de siglos de «imperialismo cristiano», los discípulos de Jesús hemos de aprender a vivir en minoría. Es un error añorar una Iglesia poderosa y fuerte. Es un engaño buscar poder mundano o pretender dominar la sociedad. El evangelio no se impone por la fuerza. Lo contagian quienes viven al estilo de Jesús haciendo la vida más humana.

«No tengáis miedo». Es la gran preocupación de Jesús. No quiere ver a sus seguidores paralizados por el miedo ni hundidos en el desaliento. No han de preocuparse. También hoy somos un pequeño rebaño, pero podemos permanecer muy unidos a Jesús, el Pastor que nos guía y nos defiende. Él nos puede hacer vivir estos tiempos con paz.

«Vuestro Padre ha querido daros el reino». Jesús se lo recuerda una vez más. No han de sentirse huérfanos. Tienen a Dios como Padre. Él les ha confiado su proyecto del reino. Es su gran regalo. Lo mejor que tenemos en nuestras comunidades: la tarea de hacer la vida más humana y la esperanza de encaminar la historia hacia su salvación definitiva.

«Vended vuestros bienes y dad limosna». Los seguidores de Jesús son un pequeño rebaño, pero nunca han de ser una secta encerrada en sus propios intereses. No vivirán de espaldas a las necesidades de nadie. Serán comunidades de puertas abiertas. Compartirán sus bienes con los que necesitan ayuda y solidaridad. Darán limosna, es decir, «misericordia». Este es el significado del término griego.

Los cristianos necesitaremos todavía algún tiempo para aprender a vivir en minoría en medio de una sociedad secular y plural. Pero hay algo que podemos y debemos hacer sin esperar a nada; transformar el clima que se vive en nuestras comunidades y hacerlo más evangélico. El papa Francisco nos está señalando el camino con sus gestos y su estilo de vida.

¡La XXIV Jornada de Pastoral Social ya tiene fecha!

¡Nuestra XXIV Jornada de Pastoral Social ya tiene fecha! Este año será el sábado 4 de diciembre en el Auditorio FOETRA.

 

 

El proximo sábado 4 de diciembre tendrá lugar la XXIV Jornada de Pastoral Social de nuestra arquidiócesis de Buenos Aires en el Auditorio FOETRA (Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina) sito en Hipólito Yrigoyen 3171, del barrio porteño de Almagro.

El lema de la XXIV Jornada de Pastoral Social 2021 es:

-HERMANOS TODOS-

HACIA POLITICAS SOCIALES DE INTEGRACIÓN

+Desde un modelo de Desarrollo Integral, Solidario y Sostenible

+Con Igualdad de oportunidades

 

Para inscribirse a la XXIV Jornada de Pastoral Social, haga click aqui

Próximamente estará disponible el programa completo.

 

Contra la insensatez

Por José Antonio Pagola

En un pequeño relato, conservado por Lucas, Jesús revela qué piensa de aquella situación tan contraria al proyecto querido por Dios, de un mundo más humano para todos. No narra esta parábola solo para denunciar los abusos y atropellos que cometen los terratenientes, sino para desenmascarar la insensatez en que viven instalados.

Un rico terrateniente se ve sorprendido por una gran cosecha. No sabe cómo gestionar tanta abundancia. «¿Qué haré?». Su monólogo nos descubre la lógica insensata de los poderosos que solo viven para acaparar riqueza y bienestar, excluyendo de su horizonte a los necesitados.

El rico de la parábola planifica su vida y toma decisiones. Destruirá los viejos graneros y construirá otros más grandes. Almacenará allí toda su cosecha. Puede acumular bienes para muchos años. En adelante, solo vivirá para disfrutar: «túmbate, come, bebe y date buena vida». De forma inesperada, Dios interrumpe sus proyectos: «Insensato, esta misma noche, te van a exigir tu vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?».

Este rico reduce su existencia a disfrutar de la abundancia de sus bienes. En el centro de su vida está solo él y su bienestar. Dios está ausente. Los jornaleros que trabajan sus tierras no existen. Las familias de las aldeas que luchan contra el hambre no cuentan. El juicio de Dios es rotundo: esta vida solo es necedad e insensatez.

En estos momentos, prácticamente en todo el mundo está aumentando de manera alarmante la desigualdad. Este es el hecho más sombrío e inhumano: «los ricos, sobre todo los más ricos, se van haciendo mucho más ricos, mientras los pobres, sobre todo los más pobres, se van haciendo mucho más pobres» (Zygmunt Bauman).

Este hecho no es algo normal. Es, sencillamente, la última consecuencia de la insensatez más grave que estamos cometiendo los humanos: sustituir la cooperación amistosa, la solidaridad y la búsqueda del bien común de toda la Humanidad por la competición, la rivalidad y el acaparamiento de bienes en manos de los más poderosos del Planeta.

Desde la Iglesia de Jesús, presente en toda la Tierra, se debería escuchar el clamor de sus seguidores contra tanta insensatez, y la reacción contra el modelo que guía hoy la historia humana. Así lo está haciendo repetidamente el papa Francisco.

Papa a Comunidades Laudato Si’: “sean el germen de una forma renovada de vivir”

En su Mensaje, el Papa Francisco dirige su saludo cordial a los organizadores y a los participantes en este II Foro de las Comunidades Laudato si’ , que se celebra en un territorio devastado por el terremoto que sacudió el centro de Italia en agosto de 2016 y que más que otros ha pagado un precio muy alto en número de víctimas y expresa su deseo de que estas comunidades “sean el germen de una forma renovada de vivir el mundo, de darle futuro, de preservar su belleza e integridad para el bien de todos los seres vivos”.

Doxología, eucaristía y ascesis

El Papa además destaca tres palabras: doxología, eucaristía y ascesis. Para el Papa, una de las cosas más necesarias es la capacidad de alabar a Dios o la también llamada “doxología”: “Ante tanta belleza, con admiración renovada, con ojos infantiles, debemos ser capaces de apreciar la belleza que nos rodea y de la cual está tejido también el hombre” explica Francisco en el mensaje. También pide una actitud eucarística ante el mundo y sus habitantes: “Todo se nos da de forma gratuita, no para ser depredado y fagocitado, sino para que se convierta a su vez en don  para compartir, don para entregar para que la alegría sea para todos y sea, por ello, más grande”. Po último, pide una actitud ascética, asegurando que toda forma de respeto surge “de la capacidad de saber renunciar a algo por un bien mayor, por el bien de los demás”.

Las Comunidades Laudato si’

son un movimiento de personas y asociaciones comprometidas en la difusión del pensamiento de esta encíclica del Santo Padre. Originalmente fueron concebidos por la Iglesia de Rieti y por Slow Food, y adoptan y promueven estilos de vida coherentes con los valores y propuestas del documento firmado del Papa Francisco, tanto a nivel personal y colectivo, como a través de encuentros y conferencias, o llevando a cabo acciones concretas e iniciativas prácticas.

En Italia hay algunas decenas de comunidades activas, mientras otras se encuentran en proceso de creación. Están presentes en todo el país y tienen bases en veinte localidades, en las provincias de Turín, Cuneo, Asti, Novara, Mantua, Milán, Varese, Pavía, Treviso, Vicenza, Padua, Rieti, Roma, Foggia, Ragusa, Agrigento, Trapani y Caltanissetta.

También comienzan a formarse en otros países, como en el caso de la ciudad de Brasilia en Brasil. Con su compromiso, estas Comunidades contribuyen al movimiento ambiental desde el punto de vista de la «ecología integral», es decir, siempre teniendo en cuenta la estrecha relación que existe entre el respeto a la Casa Común y la justicia social.

 

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-07/mensaje-papa-comunidades-laudato-si-doxologia-eucaristia-ascesis.html

El Card. Poli pidió “un gran encuentro fraterno de los argentinos”

“Esta casa, lugar de encuentro, de diálogo, de búsqueda del bien común, es para nosotros un símbolo de lo que queremos ser como Nación”, subrayó ante el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, y el director general de Cultos, Federico Pugliese, entre otros funcionarios de la Ciudad.

El purpurado porteño destacó que “los congresales que pensaron en nosotros, y no cabe duda de que somos la razón de la sacrificada y riesgosa entrega de sus vidas, tiempo e intereses, sin titubeos nos ofrecieron”, pero lamentó: “El ideal de vivir la Argentina como una gran familia, donde la fraternidad, la solidaridad, el diálogo y el bien común incluya a todos los que peregrinamos en su historia”. 

“Estamos muy lejos de aquellas nobles aspiraciones. La Independencia y libertad reclamada hace dos siglos no siempre se tradujo en tiempos de paz y progreso para todos los argentinos”, sostuvo, y agregó: “Pero la fe cristiana, que profesamos, nos renueva en la esperanza de tiempos mejores, en especial para los que menos tienen”.

“En este tiempo, en que hombres y mujeres se presentan a elecciones para servir, ser servidores de la patria, nos ponemos bajo el manto de la Virgen de Itatí, nos hacemos peregrinos de su santuario y soñamos con un gran encuentro fraterno de los argentinos, que nos permita ver un destino provisorio para nuestro pueblo”, concluyó.

 

Fuente: http://www.aica.org/39945-el-card-poli-pidio-un-gran-encuentro-fraterno-de-los.html

Invitación a la celebración por el 9 de Julio

Palabras del presidente del Episcopado en la apertura de la Semana Social 2019

Palabras de Monseñor Oscar V. Ojea

 Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina

Tanto el Papa Francisco como el Documento de Aparecida usan mucho la palabra pasión. La palabra viene del verbo latino “patior” que quiere decir padecer, sufrir. De allí que cuando hablamos de la pasión de Cristo esta palabra alude en primer lugar a la vulnerabilidad del hombre Jesús que la padece y también a su paciencia. Paciencia tiene la misma raíz con la cual el Señor soporta su padecer.

Sin embrago, en el lenguaje corriente usamos la palabra pasión no solo porque algo nos hace sufrir, sino también porque lo deseamos con el corazón, porque tendemos hacia ese objeto con todo nuestro ser que incluye espíritu, inteligencia y sensibilidad.

De allí que en el Nro. 268 de la Alegría del Evangelio el Papa dice “Para ser evangelizadores de alma hace falta desarrollar el gusto espiritual de estar cerca de la vida de la gente hasta el punto de descubrir que eso es fuente de un gozo superior. La misión es una pasión por Jesús pero al mismo tiempo una pasión por su pueblo.”

Sin embargo es fácil para el dirigente social y para el político alejarse del pueblo. A veces la presión de una elite, un malentendido profesionalismo o la tarea de construir una imagen y de vivir para ella parecen como metas prioritarias. Todas estas lejanías son captadas rápidamente por nuestro pueblo que muchas veces mira a sus dirigentes muy lejos de su realidad.

En la misión del dirigente se necesitan hoy más que nunca tres pasiones: una pasión por la Patria, una pasión por la justicia y la equidad y una pasión por el encuentro y la paz de los argentinos.

a)

Una pasión por la Patria. Hoy hablamos poco de Patria. Se nos aparece como un concepto antiguo referido a héroes del pasado. Preferimos hablar de País o de Nación. Sin embargo, el término País alude a nuestra extensión geográfica, el término Nación alude al consenso de ciudadanos que acatan una ley, una Constitución. En cambio el concepto de Patria tiene que ver con la raíz, con la pertenencia más profunda a una comunidad, tiene que ver con nuestra proximidad al hermano, incluye la cercanía, el vínculo y la presencia.

La Patria es un don y una tarea, es lo heredado, lo recibido, lo que me mueve a dar gracias. Lo que me han dejado mis padres. Incluye una historia común, una lengua materna con todos sus matices expresivos y por supuesto, incluye diferencias que están llamadas a complementarse. Pero al mismo tiempo la Patria es una misión. Estamos llamados a transformar lo recibido y aquí encontramos nuestra misión propia de dirigentes que debe tomarnos la vida y el corazón.

En la misma carta de la Alegría del Evangelio el Papa nos dice “La misión en el corazón del Pueblo no es una parte de mi vida o un adorno que me puedo quitar, no es un apéndice o un momento más de la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme. Yo soy una misión en esta tierra y para eso estoy en este mundo. Hay que reconocerse a sí mismo como marcado a fuego por esa misión. Allí aparece la enfermera de alma, el docente de alma, el político de alma. Esos que han decidido a fondo ser con los demás y para los demás”. Descubrir la misión de cada uno, lo que cada uno puede aportar al bien común y nadie puede hacerlo en lugar de él es clave en este momento.

Si se mutila el país, la soberanía se puede recuperar, si se mutila la Nación, el consenso se puede rehacer. Pero si quedamos huérfanos de Patria, nuestra vida se desdibuja. No tiene identidad ni sentido. Se  pierde  en un individualismo triste y opaco negado a la fraternidad.

Hago presente con ustedes estos versos de Leopoldo Marechal acerca de la pasión por la Patria:

“La Patria es un dolor que nuestros ojos no aprenden a llorar

La Patria es una niña de pies desnudos

La Patria es un temor que ha despertado

La Patria es una hija y un miedo inevitable

Y un dolor que se lleva en el costado sin palabras ni gritos”

Es imprescindible recuperar esta pasión para poder afrontar el desafío que nos presenta de este tiempo sumamente difícil y duro para los argentinos.

b)

Se requiere también una particular pasión por la justicia y por la equidad. El grado de desigualdad social en que estamos sumergidos es muy grande y peligrosísimo para nuestro futuro. Nos decía el Papa Francisco: “La palabra solidaridad está un poco desgastada… supone crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad, de prioridad de vida de todos sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos. La solidaridad es una reacción espontánea de quien reconoce la función social de la propiedad y el destino de los bienes como realidades anteriores a la propiedad privada. La posesión privada de los bienes se justifica para cuidarlos y acrecentarlos de manera que sirvan mejor al bien común, por lo cual la solidaridad debe vivirse como la decisión de devolverle al pobre lo que le corresponde. Estas convicciones y hábitos de solidaridad cuando se hacen carne, abren camino a otras transformaciones estructurales y las hacen posibles.” (E.G. 188).

Las causas estructurales de la pobreza residen ante todo en la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera. Esta autonomía está defendida por ideologías que niegan el derecho de control de los Estados encargados de velar por el bien común. Esto no significa condenar al capitalismo, lo que la Iglesia rechaza es la absolutización ideológica del mercado, el que este se convierta de medio en fin y que se lo propugne como autorregulado y aún como regulador de toda la vida social.

Debemos acompañar el esfuerzo impresionante que está haciendo el Papa Francisco como líder mundial, buscando establecer normas éticas en el sistema financiero internacional. Acentuando la responsabilidad de los Estados Nacionales para poner límites al poder de las empresas multinacionales. Un ejemplo plausible de este pensamiento es la convocatoria a los economistas para el mes de marzo en la ciudad de Asís, ciudad símbolo de encuentro y fraternidad, para buscar los caminos de humanización de este sistema capitalista que vivimos para construir una economía en función del hombre y no la de poner al hombre al servicio de la economía.

El Santo Padre piensa que esto abrirá el camino para la creatividad de la acción política a la que él siempre coloca por encima de la economía ya que ésta se ocupa de los medios y la política de los fines. No podemos entregarnos con las manos atadas a una economía que mata. Esta lucha debe llevarse adelante con una auténtica pasión, llevando en nuestro corazón y en nuestra vida los rostros concretos de los hermanos que sufren esta cultura del descarte en la que estamos sumidos y que produce una gravísima inequidad entre nosotros pudiéndonos llevar a odios, heridas y resentimientos difíciles de conciliar.

c)

La tercera pasión es la pasión por el encuentro de los argentinos y por la paz entre los argentinos. Esta pasión incluye un desafío cultural y para poder enfrentarlo, es indispensable crear espacios de pensamiento y de diálogo aún en este tiempo en que lo inmediato parece ganarlo todo. Hoy más que nunca es imprescindible detenerse a pensar. Mucho más cuando se ha desarrollado entre nosotros un estilo de pensamiento emocional, lleno de prejuicios, poco flexible, muy cerrado. Recurrimos continuamente palabras e imágenes que tomamos de los medios de comunicación, y no le damos tiempo al pensamiento personal y profundo.

Un pensamiento auténtico necesita del diálogo para poder enriquecerse y hacerse fuerte. De allí que me parece muy actual repensar las cualidades del diálogo que proponía San Pablo VI en la Encíclica Ecclesiam Suam en el contexto de una Iglesia experta en el dialogo porque participa continuamente del dialogo con Dios, dialogo que se hace definitivo en la Encarnación, que es la instancia del diálogo supremo entre Dios y el hombre. El Papa nos decía que el diálogo debe ser claro, afable, confiado y prudente.

Claro: fiel a la identidad del pensamiento que lo expresa buscando ser inteligible para el interlocutor y con la capacidad de revisar las formas y el lenguaje para ser mejor interpretado por el otro.

Afable: debe ser cordial, es decir pasar por el corazón, evitando todo modo violento. Muy lejos de ser hiriente y ofensivo. Sin expresarse con mandatos o imposiciones. Debe ser paciente y generoso.

Confiado: la confianza debe estar puesta tanto en el valor de la propia palabra para transformar al otro, cuanto en la capacidad personal de ser transformado y enriquecido a través del pensamiento del otro. Es la confianza de ser escuchado y comprendido.

Prudente: es decir teniendo en cuenta las condiciones psicológicas del interlocutor y su edad.

Este diálogo se hace más imperioso aún por la crisis de nuestro vínculo con nuestra casa común. Como nos enseña la Encíclica Laudato Si ella gime y grita imitando el clamor de los pobres por el maltrato que recibe de nosotros. Son temas que tenemos que pensar, dialogar y consensuar.

Son temas que vamos postergando indefinidamente siendo la crisis cada vez más aguda. ¿Qué vamos a hacer con la contaminación sistemática de nuestras aguas? Se acerca a pasos agigantados el drama del agua en el mundo. ¿Qué vamos a hacer con nuestra Tierra que sufre el daño de los agrotóxicos con su consiguiente cansancio? ¿Qué hacer frente a la tala indiscriminada de árboles y la desertificación con sus consecuencias en los cambios climáticos? ¿Qué hacer frente a las actividades extractivistas que llevan a estrujar hasta el límite y más allá del límite a nuestra Madre Tierra a fin de poder succionarle lo más que se pueda?

Ante este panorama surge la necesidad de pensar y de dialogar de establecer criterios comunes básicos para ponernos en camino hacia una ecología integral que contemple tanto los derechos de todos a los bienes comunes, como el indispensable cuidado de la naturaleza y de los ecosistemas.

El próximo Sínodo de la Amazonia trazara líneas fundamentales para la aplicación de la Encíclica Laudato Si a nuestra realidad social y ecológica.

En esta hora tan difícil para el país, ya que en medio de un proceso electoral no podemos descuidar nuestros problemas más urgentes: la alimentación, especialmente la de los niños, el desempleo y la angustiosa situación económica, temas que serán tratados en los paneles,  la Iglesia argentina quiere estar al lado de todos sus dirigentes sociales renovando su compromiso con esta historia concreta y ayudando desde su tarea evangelizadora a crear y a desarrollar en estos tiempos una verdadera pasión por la Patria, una pasión por la justicia y la equidad y una pasión por el encuentro y la paz de todos los argentinos.

Mar del Plata, 28 de junio de 2019.

† Mons. Oscar V. Ojea

Obispo de San Isidro

Presidente de la C.E.A.

Comenzó la Semana Social de la Iglesia en Mar del Plata

La comisión Episcopal de la Pastoral Social inauguró formalmente la Semana Social 2019 que lleva por lema “Trabajo: clave para el desarrollo humano integral”. El acto se realizó en las instalaciones del hotel de Luz y Fuerza de la ciudad de Mar del Plata.

El primer orador del acto fue el Obispo de la diócesis local, Monseñor Gabriel Mestre, que dio la bienvenida a la concurrencia que colmó las instalaciones.

Acto seguido, el intendente de General Pueyrredón, Carlos Arroyo, agradeció la presencia de todos y manifestó que “es imperdonable que en un país que lo tiene todo, tengamos más de un 30 por ciento de pobres”. “Debemos encontrar los caminos para terminar con esta situación” reclamó Arroyo; y aseguró que “simplemente cumpliendo lo que dice el evangelio podemos terminar con los egoísmos y personalismos”.

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea, afirmó que “para el político, a veces, es fácil alejarse del pueblo. En la misión del dirigente de hoy se precisa una pasión por la Patria, por la equidad y por la búsqueda del encuentro de los argentinos. Es indispensable crear espacios de diálogo”.

En otro párrafo de su discurso, el titular del Episcopado manifestó que “la Iglesia rechaza la absolutización del mercado. Debemos acompañar el esfuerzo del Papa Francisco en su búsqueda de normas éticas en el mercado financiero internacional, buscando una economía en función del hombre”. “Vivimos un tiempo difícil y duro para los argentinos” dijo el Obispo y agregó que “el grado de desigualdad social es enorme y peligrosísimo para nuestro futuro”. Reclamó “devolverle al pobre lo que le corresponde”.

También se refirió a las problemáticas ambientales: “¿Qué vamos a hacer con la contaminación sistemática de nuestras aguas, con la tala indiscriminada y sus consecuencias con el cambio climático y las actividades extractivistas?” Se requiere una “ecología integral y respetuosa de los bienes comunes” aseguró Ojea. Estos temas serán la base del próximo Sínodo de la Amazonía.

Luego tuvo la palabra el Ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Joaquín De la Torre, que propone cambiar el abordaje de la acción social. “La política social hoy consiste en transferencias monetarias y programas que no resuelven el problema del empleo” y considera que las políticas sociales deberían tener como contraprestación “instancias de capacitación que permitan al beneficiario la obtención de un empleo genuino”.

De la Torre valoró la acción de la Iglesia en los barrios: “ayuda a recuperar la mirada cercana de las personas” a la vez que destacó el trabajo de Cáritas Argentina en todo el país “por su presencia en cada barrio y cada pueblo”.

El Secretario de Culto de la Nación, Alfredo Abriani, felicitó la continuidad de la Semana Social y enfatizó que “Lo importante es que estemos cerca y en dialogo”

Monseñor Jorge Lugones se encargó del cierre del acto formal e invitó a todas y todos los presentes a la participación activa en los talleres de todo el fin de semana que tendrán como temáticas: el trabajo, la persona humana, la vida digna y el compromiso para construir un modelo inclusivo y sustentable.

 

Link: https://pastoralsocial.org.ar/comenzo-la-semana-social-de-la-iglesia-en-mar-del-plata/

Misa por el Día del Pontífice en la Catedral de Buenos Aires

El próximo sábado 29 de junio, solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo y Día del Pontífice, a las 19, se celebrará una misa por el Santo Padre en la catedral metropolitana de Buenos Aires.

La celebración eucarística será presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Aurelio Poli, y la homilía será predicada por el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara.

Tiempo de la Creación, oración y acción global para proteger casa común

La celebración del Tiempo de la Creación está enmarcada entre el 1 de septiembre hasta el 4 de octubre. Este es un tiempo en que los cristianos de todo el mundo, rezan, se desarrollan proyectos y otros se movilizan para proteger la creación. Se trata de acciones buenas y urgentemente necesarias.

¿Qué es Tiempo de la Creación?

Tiempo de la Creación es un movimiento mundial para vivir la fe y para cuidar la creación que se nos ha dado como regalo para cuidarla.

Este movimiento es impulsado por el Dicasterio, el Movimiento Católico Mundial por el Clima, la Red Eclesial Panamazónica y las comunidades católicas preocupadas por el cuidado de la casa común.

Durante el mes del Tiempo de la Creación, cristianos de los seis continentes trabajan para poner en práctica la Laudato Si’. Participan en eventos comunitarios para profundizar su amor por el Creador, la creación y por los demás. Los eventos varían de acuerdo a cada comunidad, desde servicios de adoración y oración, hasta recoger basura o acciones pidiendo cambios en las políticas para limitar el calentamiento global a 1.5 grados centígrados.

El Tema de este año

El tema de este año es “la red de la vida”. Este tema busca crear conciencia de nuestro papel como administradores de la creación y la urgente necesidad de proteger el rico tapiz de biodiversidad tejido por el Creador.

El Cardenal Pedro Barreto, preguntado sobre este tema declara:  “Las comunidades deciden como celebrar de manera que sea mejor para ellas. Las comunidades católicas celebran este tema incorporando el cuidado de la creación en la liturgia, formando círculos Laudato si o participando en actividades como las huelgas por el clima, planeadas para el 20 de septiembre próximo”.

El prelado, relacionando esta iniciativa con la importancia de la Amazonía para el mundo afirmó: “Lo que queremos con la “red de vida” en este año, con este lema del tiempo de la creación, es precisamente tomar conciencia de la importancia que tiene la Amazonía para la humanidad. La Amazonía produce el 20 % del oxígeno del mundo. La Amazonía como región absorbe también grandes cantidades de dióxido de carbono por eso se le llama uno de los pulmones del mundo”.

El cardenal insistió en que el cambio climático y la destrucción de los biomas afectan a los más pobres: “Y en este tiempo también queremos darle una mayor importancia a la conciencia que debemos tener que todo lo que estamos sufriendo hoy en el mundo afecta a todos, pero especialmente a los más vulnerables”.

¿Quiénes impulsan esta iniciativa?

Mons. Duffé, el Cardenal Turkson, el Arzobispo de Canterbury, el representante del Patriarca Ecuménico Bartolomé y otros líderes firmaron una carta de apoyo para el Tiempo de la Creación en la que afirman: “A medida que la crisis medioambiental incrementa, hacemos un llamado urgente a los cristianos para dar testimonio de nuestra fe y tomar acciones reales para preservar el don de la creación que compartimos. Cómo lo canta el salmo, “Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan.” (Salmo 24:1-2) Durante el Tiempo de la Creación, nos preguntamos si nuestras acciones honran al Creador.”
Esta iniciativa retoma las palabras del Papa Francisco en la Laudato Si, donde muestra la consideración de que el ser humano es parte de la naturaleza: ‘Esto nos impide entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida. Estamos incluidos en ella, somos parte de ella y estamos interpenetrados.’ (LS 139).

Mauricio López, Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica afirma: “El Tiempo de la Creación es una oportunidad para reflexionar sobre nuestra forma de amar a otras culturas en toda su diversidad, especialmente la diversidad de comunidades amazónicas. Es una oportunidad para amar el rostro de Dios y de cómo este se hace presente en la Amazonía. Podemos involucrarnos con nuestros hermanos y hermanas más vulnerables y con el lugar que ocupan en la creación».

La vida. El precio por cuidar lo que es de todos

La celebración de El Tiempo de la Creación es una posibilidad para recordar el coste en vidas humanas y daños al medio ambiente. Sólo en Brasil, más de 1150 agricultores, defensores de derechos humanos, sacerdotes y religiosas han muerto violentamente defendiendo la creación.

 

Link: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2019-06/tiempo-de-la-creacion-oracion-y-accion-global-proteger-planeta.html

Cambio climático. El Papa: el tiempo apremia, pasar de las palabras a los hechos

“Las generaciones futuras están a punto de heredar un mundo en ruinas. Nuestros hijos y nietos no deberían tener que pagar el costo de la irresponsabilidad de nuestra generación”. Es un discurso claro e incisivo el que el Papa Francisco dirige a los participantes en el Encuentro sobre el tema “La transición energética y la protección de la casa común”, organizado en el Vaticano por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. Dirigiéndose, entre otros, a los jefes de las empresas petroleras del mundo, el Pontífice expresa su satisfacción por esta segunda cita en Roma: un signo positivo del “compromiso constante de trabajar juntos en un espíritu de solidaridad con el fin de dar pasos concretos para la protección de nuestro planeta”.

La familia humana está en peligro

“La crisis ecológica actual, especialmente el cambio climático”, reconoce el Santo Padre “amenaza el futuro de la familia humana y esto no es una exageración”. Durante demasiado tiempo, de hecho, los análisis científicos han sido ignorados, mirando “con desprecio e ironía” las relativas “predicciones catastróficas”. El Papa también se refiere al Informe especial sobre el impacto del calentamiento global de 1.5ºC sobre los niveles preindustriales por parte del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático, el cual “advierte claramente”, dice, de las consecuencias del fracaso en la consecución de los Acuerdos de París.

«El Informe también advierte de que falta solo poco más de una década para alcanzar esta barrera del calentamiento global. Ante tal emergencia climática, debemos tomar las medidas oportunas para no cometer una grave injusticia con los pobres y las generaciones futuras».

Es suficiente ser irresponsables

La irresponsabilidad de las generaciones pasadas y presentes no puede dañar el futuro de la familia humana, especialmente de sus miembros más vulnerables. De hecho, son los pobres los que “sufren el peor impacto de la crisis climática”: son ellos “los más vulnerables a los huracanes, las sequías, las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos”.

«Por lo tanto, “hace falta valor para responder ‘a los gritos cada vez más angustiosos de la tierra y de sus pobres’ (Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional en el tercer aniversario de Laudato Si’, 6 de julio de 2018). Al mismo tiempo, las generaciones futuras están a punto de heredar un mundo en ruinas. Nuestros hijos y nietos no deberían tener que pagar el costo de la irresponsabilidad de nuestra generación. Me excuso pero quisiera subrayar esto: ellos, nuestros hijos, nuestros nietos no deberían pagar, no es justo que paguen el precio de nuestra irresponsabilidad. De hecho, como cada vez es más evidente, los jóvenes nos reclaman un cambio (ver Laudato si ‘, 13) ¡”El futuro es nuestro”, gritan los jóvenes hoy y tienen razón!”»

Transición, precio y transparencia

El Papa Francisco analizó, asimismo, los puntos planteados durante el encuentro: “una transición correcta”, “el precio del carbón” y “ la transparencia en la notificación de riesgos climáticos”. Es necesario, en efecto, gestionar bien “el impacto social y laboral del cambio a una sociedad de bajo consumo de carbono”; y al mismo tiempo, adoptar una “adecuada política de los precios del carbón, esencial si la humanidad quiere usar los recursos de la creación de manera inteligente”.

«La falta de gestión de las emisiones de carbono ha generado una enorme deuda que ahora tendrán  que pagar con intereses los que vienen después de nosotros. Nuestra utilización de los recursos ambientales comunes puede considerarse ética solo cuando los costes económicos y sociales que se derivan del uso de los recursos ambientales comunes se reconozcan de manera transparente y sean sufragados totalmente por aquellos que se benefician, y no por otros o por las futuras generaciones». 

Por último el Papa abordó el tema de “la transparencia en la notificación de  los riesgos climáticos”: “Una comunicación abierta, transparente, fundamentada científicamente y regulada”, insistió, “redunda en interés de todos, haciendo posible mover el capital financiero a aquellas áreas que ofrecen las más amplias posibilidades a la inteligencia humana para crear e innovar, a la vez que protege el ambiente y crea más fuentes de trabajo».

¡El tiempo apremia!

El Santo Padre recordó entonces que “la civilización requiere energía, ¡pero el uso de la energía no debe destruir la civilización” y que hoy “se necesita una transición energética radical para salvar nuestra casa común”.

«Queridos amigos, ¡el tiempo apremia! Las reflexiones deben ir más allá de la mera exploración de lo que se puede hacer y enfocarse en lo que se necesita hacer, de hoy en adelante. No podemos permitirnos el lujo de esperar a que otros se adelanten, o dar prioridad a los beneficios económicos a corto plazo. La crisis climática requiere de nosotros una acción específica ahora mismo (ver ibid., 161) y la Iglesia está totalmente comprometida a hacer su parte».

 

Link: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-06/papa-francisco-cambio-climatico-tiempo-apremia-palabras-hechos.html

Papa: no son números sino personas que necesitan ayuda

«La esperanza de los pobres nunca se frustrará» (Sal 9,19). Las palabras del Salmo son el título del Mensaje del Papa en esta Tercera Jornada Mundial de los pobres que el Pontífice ha instituido al concluir el Jubileo de la Misericordia que es el 17 de noviembre. Los protagonistas son hombres, mujeres, jóvenes, niños: víctimas de la nueva esclavitud que los convierte en inmigrantes, huérfanos, personas sin hogar, marginados. Los pobres son el fruto cada vez más numeroso de una sociedad con fuertes desequilibrios sociales que construye muros y barras en las entradas y que le gustaría deshacerse de ellos; pero también son aquellos que «confían en el Señor» y la Iglesia, como todo cristiano, está llamada a un compromiso particular hacia ellos.

Para leer el mensaje completo, haga click aquí.

Desarrollo, desigualdad y nueva esclavitud

El tema del Mensaje es, por lo tanto, el Salmo cuyas palabras, explica el Papa, manifiestan ante todo una «actualidad increíble». Hoy, como en el momento de la composición del Salmo, un «gran desarrollo económico» ha generado una desigualdad como para enriquecer a grupos de personas a costa de una masa cada vez más pobre: personas indigentes que «carecen de lo necesario» y «privilegiadas» que «sin ningún sentido de Dios» dan la caza a los pobres para «tomar incluso lo poco que tienen» y esclavizarlos. Aquí están los «nuevos esclavos» que Francesco designa: familias obligadas a emigrar a vivir, huérfanos explotados, jóvenes desempleados por «políticas miopes», inmigrantes «víctimas de intereses» y explotación, prostitutas, drogadictos, muchos «sin hogar y marginados» que caminan sin rumbo en nuestras ciudades:

“¡Cuántas veces vemos a los pobres en los basureros recogiendo el fruto del descarte y de lo superfluo, para encontrar algo para alimentarse o vestirse! Al convertirse en parte de un vertedero humano, son tratados como basura, sin que ningún sentimiento de culpa invierta en aquellos que son cómplices de este escándalo. Considerados a menudo parásitos de la sociedad, a los pobres no se le perdona ni siquiera su pobreza. El juicio está siempre en alerta. No pueden darse el lujo de ser tímidos o desanimados, son percibidos como amenazantes o incapaces, simplemente porque son pobres”.

Pobre sin esperanza en la sociedad

Y «el drama en el drama» agrega el Papa, a los pobres de hoy se les ha quitado la esperanza de «ver el final del túnel de la miseria», tan es así que se ha llegado a «teorizar y realizar una arquitectura hostil para deshacerse de su presencia también en las calles, últimos lugares de acogida «. Los pobres «tratados con retórica», «soportados con molestia», «cazados» como en una «expedición de caza», no quieren al final nada más que volverse «invisibles», «transparentes»:

“Deambulan de una parte a la otra de la ciudad, con la esperanza de conseguir un trabajo, una casa, un afecto … Toda eventual posibilidad ofrecida se convierte en un destello de luz; sin embargo, incluso cuando al menos la justicia debería vislumbrar, a menudo se enfurece contra ellos con la violencia del abuso. Se ven obligados a pasar interminables horas bajo el sol abrasador para cosechar los frutos de la temporada, pero son recompensados con una paga miserable; no tienen seguridad laboral ni condiciones humanas que les permitan sentirse iguales a los demás. Para ellos no hay pagos redundantes, indemnizaciones, ni siquiera la posibilidad de enfermarse”.

Los pobres confían en el Señor: su clamor abraza la tierra

La descripción que hace el salmo está coloreada de «tristeza por la injusticia, el sufrimiento y la amargura que afecta a los pobres». Pero a pesar de esto, señala el Papa, el Salmo «ofrece una hermosa definición de los pobres». Él es el que «confía en el hermoso Señor» (ver v.11) y en esta confianza —señala— existe la «certeza de que nunca será abandonado», por lo tanto, siempre vive en la presencia de ese Dios que lo recuerda «. Y Dios, el Papa subraya nuevamente retomando las palabras del Salmo, es «quien hace justicia y no olvida»:

Se pueden construir muchos muros y se pueden bloquear las entradas para ilusionarse con sentirse seguros con las riquezas propias en detrimento de quienes dejan afuera. No será así para siempre. El «día del Señor», como lo describen los profetas (ver Am 5.18; Is 2-5; Gl 1-3), destruirá las barreras creadas entre los países y reemplazará la arrogancia de unos pocos con la solidaridad de muchos. La condición de marginación en la que se acosa a millones de personas no durará mucho. Su grito aumenta y abraza a toda la tierra.

Revivir la esperanza y restaurar la confianza

Qué apremiante es el llamado que las Sagradas Escrituras confían a los pobres, oprimidos y postrados, pero siempre amados: «Jesús nunca tuvo el temor de identificarse con cada uno de ellos», a ellos en las Bienaventuranzas les dio el Reino de Dios a ellos y a ellos, Jesús «siempre ha demostrado ser un padre generoso e inagotable en su bondad». Aquí, escribe el Papa, lo que Jesús comenzó, colocando a los pobres en el centro, nos debe servir como enseñanza:

“Él inauguró, pero nos encomendó a nosotros, sus discípulos, la tarea de llevarlo adelante, con la responsabilidad de dar esperanza a los pobres. Es necesario, especialmente en un período como el nuestro, revivir la esperanza y restaurar la confianza. Es un programa que la comunidad cristiana no puede subestimar. La credibilidad de nuestra proclamación y el testimonio de los cristianos depende de ello.

Tocar la carne de Cristo, comprometerse en el servicio

La Iglesia es “pueblo”, aclara una vez más Francisco, con la vocación de “no hacer sentir a nadie extranjero o excluido” porque todos están involucrados en el mismo «camino de salvación»:

“Más bien, estamos llamados a tocar la carne para comprometidos en un servicio que es la auténtica evangelización. La promoción social de los pobres no es un compromiso externo en el anuncio del Evangelio, por el contrario, muestra el realismo de la fe cristiana y su validez histórica. El amor que da vida a la fe en Jesús no permite a sus discípulos encerrarse en sí mismos, en un individualismo asfixiante, oculto en segmentos de intimidad espiritual, sin ninguna influencia en la vida social.

Como Jean Vanier, testigos de la esperanza cristiana

Un ejemplo de «el gran apóstol de los pobres», capaz de escuchar «su clamor» y de producir esperanza en ellos, fue Jean Vanier, a quien el Papa menciona en su Mensaje definiéndolo el «santo de al lado». Fallecido el pasado mayo a la edad de 90 años, Vanier fundó L’Arche, una comunidad de acogida para personas con discapacidades, activa en todo el mundo con cerca de 150 centros: con su compromiso diario, el Papa escribe, «creó signos tangibles del amor concreto, y así ha producido una esperanza inquebrantable «. Aquí está entonces, el compromiso que Francisco le pide a los cristianos para que no se traicione su credibilidad. La «opción para los últimos» debe ser una «elección prioritaria» y no debe consistir únicamente en «iniciativas de asistencia». Necesitamos un «cambio de mentalidad» y un «compromiso continuo a lo largo del tiempo»:

No es fácil ser testigos de la esperanza cristiana en el contexto de la cultura del consumo y del descarte, siempre orientada a aumentar el bienestar superficial y efímero. Es necesario un cambio de mentalidad para redescubrir lo esencial y dar cuerpo e incisión al anuncio del reino de Dios. La esperanza también se comunica a través del consuelo, que se realiza acompañando a los pobres no por unos momentos llenos de entusiasmo, sino con un compromiso que continúa en el tiempo. Los pobres adquieren verdadera esperanza no cuando nos ven gratificados por haberles dado algo de nuestro tiempo, sino cuando reconocen en nuestro sacrificio un acto de amor gratuito que no busca recompensa.

Llamamiento a los voluntarios: más dedicación y diálogo fraterno

Con un llamamiento específico, el Papa se dirige a los voluntarios que «percibieron por primera vez la importancia de prestar atención a los pobres» y les pide que se unan en la dedicación, «para buscar lo que realmente necesita cada persona pobre», «bondad de su corazón» más allá de las culturas, de “formas de expresarse». Esto requiere dejar de lado «las divisiones que provienen de visiones ideológicas o políticas»:

“En primer lugar, los pobres necesitan a Dios, su amor hecho visible por las personas santas que viven a su lado, que en la sencillez de sus vidas expresan y resaltan la fuerza del amor cristiano. Dios usa tantos caminos e infinitas herramientas para alcanzar los corazones de las personas. Por supuesto, los pobres también se acercan a nosotros porque les estamos distribuyendo alimentos, pero lo que realmente necesitan va más allá del plato caliente o el sándwich que ofrecemos. Los pobres necesitan de nuestras manos para levantarse, nuestros corazones para sentir nuevamente el calor del afecto, de nuestra presencia para superar la soledad. Simplemente necesitan amor.

Los pobres no son números sino personas a las que hay que ayudar

En este sentido, el Papa enfatiza lo poco que se necesita para «restaurar la esperanza» y qué «fuerza salvadora» hay en los pobres, una fuerza visible y experimentable con la fe y no con los «ojos humanos»:

A veces se necesita poco para restaurar la esperanza: basta detenerse, sonreír, escuchar.  Por un día, dejamos de lado las estadísticas; Los pobres no son números a los que apelar para presumir de obras y proyectos. Los pobres son personas a las que hay que ayudar: son jóvenes y viejos solos, que se les invita a compartir una comida; Hombres, mujeres y niños esperando una palabra amistosa. Los pobres nos salvan porque nos permiten encontrarnos con el rostro de Jesucristo.

Sembrando signos tangibles de esperanza

Esta fuerza de salvación «palpita en el corazón del pueblo de Dios en el camino», señala el Papa y no «excluye a nadie», sino que involucra a todos en una «verdadera peregrinación de conversión para reconocer a los pobres y amarlos». Al final del Mensaje, por lo tanto, la nueva invitación se dirigió «a los discípulos del Señor» para que puedan ser «evangelizadores consistentes»: sembrando signos tangibles de esperanza.

“A todas las comunidades cristianas y a quienes sienten la necesidad de brindar esperanza y consuelo a los pobres, les pido que trabajen para que esta Jornada Mundial pueda fortalecer en muchos la voluntad de colaborar eficazmente para que nadie se sienta privado de la cercanía y la solidaridad”.

 

Link: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-06/papa-francisco-mensaje-jornada-mundia-pobres.html

Mons. Fisichella: La Jornada Mundial de los Pobres se está consolidando y expandiendo

En su intervención monseñor Fisichella citando el tema central de esta jornada afirmó que de las palabras del mensaje del Papa este año brotan una mirada y una acción de esperanza, porque, sobre todo, “los pobres tienen que vivir este momento con la certeza que proviene de la confianza en la intervención del Señor” y que la trama del documento lleva a reflexionar sobre dos coordenadas: la descripción de las nuevas formas de pobreza que están ante nuestros ojos todos los días, y la acción concreta de los que con su testimonio pueden ofrecer esperanza.

El prelado observó que no era casual que en el mensaje el Papa hiciera referencia a la figura de un gran apóstol de nuestro tiempo fallecido hace unas semanas, Jean Vanier, que con su obra El Arca, “devolvió la esperanza a aquellos para quienes el mundo ya había decretado una vida de soledad, infelicidad y discriminación, convirtiéndolos en protagonistas de su vida y en la de muchos que se han dedicado a ellos. Ciertamente, testimonios tan fuertes hacen que emerjan aún más claramente la desigualdad de nuestros días y las dramáticas formas de injusticia, a menudo, resultado del enriquecimiento anómalo de unos pocos frente a la pobreza de tantos. La Iglesia no puede cerrar los ojos ante este drama, y mucho menos callar. En este contexto, el valor de la llamada a encontrar al pobre se vuelve urgente”. 

Almuerzo con 1500 pobres de Roma 
A continuación el prelado describió las iniciativas que para esa jornada ha organizado el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización como responsable de la jornada:

El ambulatorio en la Plaza de San Pedro donde los necesitados pueden recibir atención médica gratuita y por el que el año pasado pasaron más de 3.000 personas, de las cuales el 77.8% sin trabajo y el 19.7% % subempleados.

Otro acto será el almuerzo con el Santo Padre para 1.500 pobres en el Aula Pablo VI, al que seguirá la celebración de la Misa en San Pedro para concluir la jornada con la III edición del Concierto “Con los pobres por los pobres” siempre en el Aula Pablo VI, en el que participará el maestro Nicola Piovani, ganador de un Oscar junto con el maestro monseñor Marco Frisina.

El mensaje de este año parece concluir una primera etapa -notó monseñor Fisichella-. En 2017: “No amemos de palabra sino con obras” se refería a una acción concreta que expresa la caridad; en 2018: “Este pobre gritó y el Señor lo escuchó” se tocaba el tema de la confianza y de la fe, de quienes se confían a Dios con todo su ser; en 2019: “La esperanza de los pobres nunca se frustrará”, se refiere a la esperanza, un poco como en la visión de Charles Péguy, que la describe como la hermana menor de la fe y la caridad; es la más pequeña, la más escondida, pero empuja a las otras dos y les da la fuerza necesaria”.

Ecos de la Jornada en el mundo 
Por su parte monseñor Graham Bell, secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, se refirió al eco de la II Jornada Mundial de los Pobres, celebrada en noviembre pasado en todas las diócesis del mundo.

En Europa se organizaron almuerzos para los pobres en Ales-Terralba (Italia), Westminster (Reino Unido) o Berlín (Alemania), acompañados siempre de iniciativas de concientización sobre la necesidad de una atención especial para los grupos más débiles y marginados de la sociedad.

En América del Norte, la diócesis de Edmonton (Alberta) hizo lo propio, mientras en América Central, los obispos mexicanos publicaron una carta titulada “El grito del pobre”, para llamar la atención sobre la Jornada y reflexionar sobre el concepto de pobre en México.

“Como se puede ver –terminó monseñor Bell- la Jornada Mundial de los Pobres se está consolidando. La intuición del papa Francisco, por lo tanto, permanece como una acción concreta que en esta semana se llena de iniciativas para llegar al domingo como punto culminante”.

Misa en memoria del nuncio apostólico en la catedral de Buenos Aires

“En su breve estadía en medio de nosotros supo ganarse la amistad y el afecto de muchos a través de la delicadeza de sus gestos y de su constante disponibilidad”, aseguró en un comunicado la CEA.

“Queremos agradecer a Dios su fraterno servicio al Episcopado y entrega pastoral a la Iglesia en la Argentina y al país como representante fidelísimo del Santo Padre Francisco”, agregó.

El comunicado lleva las firmas del obispo de San Isidro y presidente de la CEA, monseñor Oscar Vicente Ojea, y del obispo de Chascomús y secretario general de la CEA, monseñor Carlos Humberto Malfa. 

 

 

Texto del comunicado 
La Conferencia Episcopal Argentina comparte el profundo dolor y la firme esperanza en el Señor Resucitado por la pronta partida del querido señor Nuncio Apostólico, Mons. Leon Kalenga Badikebele.

En su breve estadía en medio de nosotros supo ganarse la amistad y el afecto de muchos a través de la delicadeza de sus gestos y de su constante disponibilidad.

Queremos agradecer a Dios su fraterno servicio al Episcopado y entrega pastoral a la Iglesia en la Argentina y al país como representante fidelísimo del Santo Padre Francisco.

Pedimos al pueblo de Dios, que tanto ha orado por él en estos días, seguir ofreciendo oraciones por su eterno descanso e invitamos a la Santa Misa en su memoria que será celebrada en la iglesia catedral de Buenos Aires el próximo miércoles 19 de junio a las 19.

Lo encomendamos particularmente a la Santísima Virgen María a quien monseñor León veneraba con entrañable amor filial.

Cambio climático: Salvemos a nuestro mundo de la indiferencia del dinero, pidió el Papa

“En nuestro tiempo, parece que las ganancias y las pérdidas son más consideradas que las vidas y las muertes, y que los activos netos de una empresa tienen prioridad sobre el valor infinito de la humanidad”, lamentó el papa Francisco al dirigirse, el lunes 27 de mayo, a los participantes en el encuentro “Cambio climático y nuevas evidencias de la ciencia, la ingeniería y la política”, organizado por la Academia Pontificia de Ciencias.

“Hoy están aquí –dijo el pontífice a los ministros de Economía presentes en el Encuentro- para reflexionar sobre cómo remediar esta profunda crisis causada por la confusión de nuestras cuentas morales con nuestras cuentas financieras. Usted está aquí para ayudar a detener una crisis que está llevando al mundo hacia el desastre”.

El papa se refirió luego a dos importantes acuerdos de 2015: el de los objetivos de desarrollo integral de las Naciones Unidas y el del clima en la llamada COP21 de París.

Tras señalar la importancia de obtener energía limpia de fuentes como el viento, el sol y el agua, lamentó que sigamos “caminando por caminos viejos porque estamos atrapados por nuestra mala contabilidad y la corrupción de nuestros intereses adquiridos y que seguimos considerando como algo provechoso aquello que amenaza nuestra misma supervivencia”.

Luego de comentar que hace dos semanas se registró el nivel más alto de dióxido de carbono en la atmósfera, el Papa dijo que en el mundo se dan una serie de problemas como incendios forestales y acontecimientos meteorológicos extremos que “son una dura advertencia de algo mucho peor que podría llegar, si es que no se actúa con urgencia”.

Trabajemos para no seguir con “actividades que están destruyendo nuestro planeta”, que se ponga fin a la “dependencia de combustibles fósiles”, que se abra “un nuevo capítulo de energía limpia y segura que use recursos renovables como el viento, el sol y el agua”, y sobre todo que “se actúe con prudencia y responsabilidad en nuestras economías para salir al encuentro de las necesidades humanas, para promover la dignidad humana”, pidió Francisco y subrayó que ahora “estamos ante una materia de cálculo, el cálculo de salvar a nuestro mundo de la indiferencia del dinero”.

Luego de exhortar a que se lleguen a acuerdos que estén en armonía con “la ciencia del clima”, el Santo Padre expresó su deseo de encontrarse nuevamente con los líderes de la economía mundial para “agradecer a Dios por su misericordia que nos permite corregir nuestro camino antes de que sea demasiado tarde. El tiempo es esencial”.

La jornada en el Vaticano se realizó en el marco de la reciente inauguración de la Coalición de Ministros de Economía para la Acción Climática, presidida por Chile y Finlandia. Este grupo apoya los llamados “principios de Helsinki”, que son seis principios para defender la naturaleza.

Encuentro de la Pastoral Social región Buenos Aires

Los agentes de Pastoral Social de la Región Buenos Aires tuvieron el 18 de mayo su Encuentro Anual, que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, Florencio Varela, en la diócesis de Quilmes.

 

La jornada contó con la presencia de monseñor Fernando Maletti, obispo de Merlo-Moreno, de monseñor Juan Carlos Romanín, obispo emérito de Río Gallegos, del padre Juan Carlos Scannone, teólogo jesuita referente de la escuela argentina de la Teología del pueblo y docente influyente del papa Francisco, y la doctora Virgina Azcuy, docente de teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina e investigadora de la Universidad Católica de Chile.

Durante la jornada se abordaron temáticas referidas a la pastoral popular y la renovación eclesial, y las problemáticas centrales de las encíclicas Evangelii Gaudium y Laudato si’ del papa Francisco.

También se realizaron talleres para analizar desafíos pendientes del documento de San Miguel, en el marco 50º aniversario de la Conferencia de San Miguel de 1969, impulsora de la pastoral del Concilio Vaticano II. Además, se presentaron propuestas concretas para atender los desafíos pendientes con la mirada del papa Francisco.

 

Link: http://www.aica.org/39194-encuentro-de-la-pastoral-social-region-buenos-aires.html

OIT: 100 años trabajando por la justicia social

 

Mons. Bernardito Auza, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, participó en la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas para conmemorar el Centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En la actualidad, están emergiendo nuevas oportunidades y la tecnología tiene el potencial de crear empleos, así como de automatizar otros. La innovación, especialmente en las economías industrializadas, ha permitido una mayor flexibilidad laboral para que las personas trabajen a distancia y por pedido, para mejorar el equilibrio entre el trabajo y la vida privada.

Al mismo tiempo, las instituciones y los marcos normativos tienen que ponerse al día con el ritmo del cambio y, mientras que las viejas garantías disminuyen, la incertidumbre y la inseguridad aumentan.

Las crecientes desigualdades dentro de los países, el alto desempleo y el estancamiento del crecimiento de los salarios han rasgado el tejido social en las economías avanzadas. La informalidad, la pobreza y las exiguas oportunidades para las poblaciones jóvenes en auge han exacerbado las frustraciones en los países en desarrollo.

Volver a las raíces

Mons. Auza recuerda los orígenes de esta organización: “en el momento de su creación, después de los estragos de la Primera Guerra Mundial, el lema que fue elegido fue: Si vis pacem, cole justitiam – Si deseas la paz, cultiva la justicia. Se hizo eco de los valores que fueron fundamentales para orientar la acción de la Organización” desde el inicio.

Cien años más tarde, la pregunta sigue siendo: ¿son las condiciones de trabajo y el papel del trabajo en las sociedades sigue siendo la piedra angular para garantizar la justicia social y la paz?

El trabajo, base para la realización humana

El diplomático de la Santa Sede recuerda que en “La base de la Agenda sobre el futuro del trabajo hay un enfoque centrado en el ser humano. Al hacerlo, la OIT reconoció el trabajo como un componente necesario de la realización humana, reafirmando al mismo tiempo que todos los aspectos de la persona humana, no sólo como trabajador, sino como miembro de una familia y de una comunidad, deben estar en el centro de las estrategias inclusivas y sostenibles para un desarrollo integral. Reconocer la centralidad de la persona significa devolverle la dignidad al trabajo y a la producción procesos. Significa poner al trabajador en primer plano, incluso antes que en el trabajo”.

Trabajo decente

Para Mons. Auza, las consecuencias de plantear la centralidad de la persona humana son: “En primer lugar, el acceso a el trabajo decente para todos es una condición esencial para el desarrollo”. Y subraya: «Mientras que los ingresos de una minoría crecen exponencialmente, también lo hace la brecha que separa la mayoría de la prosperidad de la que disfrutan esos pocos afortunados »

“En segundo lugar, como ha subrayado repetidamente el Papa Francisco, el trabajo decente debe integrar plenamente el paradigma ecológico, en lugar de ser basado en un modelo de crecimiento egoísta y anticuado. El lema de las tres «T» utilizado por el Papa Francisco en su lengua materna, tierra, techo y trabajo, nos empuja a reafirmar el valor interior de los principios del desarrollo basados en la dignidad de la persona humana”.

El Nuncio insiste en que el trabajo no debe ser visto como una mercancía, y añade: “La actividad del trabajo humano es importante, sobre todo, por su papel en la formación del carácter y de la dignidad de una persona. No es el consumo, sino la capacidad de crear nuevas cosas, relaciones, expresiones, que marcan la vitalidad de una persona. La huella personal, a través del trabajo, produce satisfacción y la voluntad de crecer y contribuir de forma positiva a la convivencia social”.

Insistió en el papel que puede jugar la globalización y la tecnología para generar más oportunidades laborales, así como para apoyar a los países en desarrollo en la construcción del bien común.

 

Link: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2019-04/mons-auza-oit-100-anos-trabajando-justicia-social.html

Se cumplen 56 años de la Encíclica «Pacem in Terris» del Papa Juan XXIII

Se cumplen 56 años de la publicación de la Encíclica Pacem in terris escrita por Juan XXIII que vio la luz el Jueves Santo 11 de abril de 1963, abierta a las aspiraciones del mundo contemporáneo descifradas por el Pontífice a través de los signos de los tiempos.

Fue la octava y última Encíclica del Papa Roncalli que en aquel entonces estaba gravemente enfermo.

Dos días después, el 13 de abril, Sábado Santo, el Vicario de Cristo dirigió a través de la radio un mensaje a los fieles y al mundo entero recordando la importancia de la «Paz en la tierra», dedicada a la recta ordenación de la sociedad para conseguir el bien precioso de la paz y don para la Pascua del año 1963.

Gran anhelo de la humanidad: paz en la tierra

“El don de la paz hará que cada uno tome conciencia de su responsabilidad y de sus límites, de modo que comunique a sus semejantes lo que ellos esperan y tienen el derecho de obtener. De esta forma, será menos dificultoso penetrar resueltamente en los intrincados problemas y relaciones humanas, gracias a la extensión de la pax christiana, que todo lo armoniza en su orden debido y elimina las fuentes de perturbación social y ciudadana”, añade Juan XXIII en su intervención radiofónica.

El documento apostólico lleva como subtítulo «Sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad», que describe los cuatro principios considerados fundamentales para alcanzar la paz: la verdad como fundamento, la justicia como regla, el amor como motor y la libertad como clima.

Su estructura está compuesta por una Introducción y cinco secciones llamadas: «Ordenación de las relaciones civiles y matrimoniales», «Ordenación de las relaciones políticas», «Ordenación de las relaciones internacionales», «Ordenación de las relaciones mundiales» y «Normas para la acción temporal del cristiano».

No hay paz social sin paz interior

Todos estos puntos hacen énfasis en los derechos y deberes que deben observar los seres humanos y los estados con la finalidad de conseguir la paz y el bien común; haciendo especial hincapié en sólo puede haber paz social si primero reina la paz interior en cada individuo.

De ahí que el mensaje del Vicario de Cristo sea claro y contundente: “La paz será siempre sólo un sonido de palabras, si no está fundada en aquel orden que el presente documento ha trazado con confiada esperanza, fundado en la verdad, construido con justicia, animado e integrado por la caridad y llevado a cabo en la libertad”.

San Juan XXIII y su herencia espiritual

Y en este contexto, resuenan las palabras del Papa Francisco seis años atrás en el marco del 50 aniversario de Pacem in terris, pronunciadas en la Sala Clementina del Vaticano ante los miembros de la “Papal Foundation” durante su visita anual a Roma:

«El papel más importante de las religiones es la promoción de la cultura del encuentro, junto con la promoción de una verdadera educación de comportamientos de responsabilidad para hacernos cargo de la creación. Y aquí, San Juan XXIII verdaderamente nos ha dejado grandes ejemplos en su Encíclica Pacem in terris, una herencia valiosa y espiritual de la que podemos aprender tanto y que a la vez es un incentivo para comprometerse siempre más en la promoción de la reconciliación y la paz en todos los niveles”.

 

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-04/56-aniversario-enciclica-pacem-in-terris-papa-juan-xxiii.html

10 claves del Papa Francisco para la participación de los cristianos en la política

La mala política alimenta el cansancio en la gente que la ve engordar de corrupción, de avaricia, de injusticia social. Un mal que se nutre del miedo a la diversidad, desgaste físico y moral, desazón e impotencia y, en definitiva, exclusión de los más vulnerables y débiles, confinados a quedarse en silencio durante la toma de las decisiones.

Es necesario trabajar por una primavera de la política para salir de la insatisfacción, del fracaso que promueve la corrupción. Pues, en un plano espiritual y concreto: “El cansancio es selectivo: siempre nos hace ver lo malo del momento que estamos viviendo y olvidar las cosas buenas que hemos recibido” (Misa en la capilla de Casa Santa Marta, 09.04. 2019).

Francisco deposita su esperanza en los jóvenes, en los pobres, organizados en movimientos populares y en las mujeres para construir  un mundo más solidario y equitativo.

Diez claves del Papa para entender la política y participar en ella:

1.La política también es caridad

Frente a un mundo tan lleno de violencia y egoísmo, el Papa invita a los jóvenes a no “encerrarse en pequeños grupos”, olvidando que “la vocación laical es ante todo la caridad en la familia, la caridad social y la caridad política” Exhortación apostólica postsinodal, Cristo vive, n.168.

2. Hacer caridad sin buscar la propaganda

Debido a que la política “es una de las formas más preciosas de la caridad“, porque busca el bien común e ilumina las “relaciones sociales, económicas y políticas” (Evangelii Gaudium 205), además de superar el proselitismo y la propaganda. 

3. Levadura de la política

Se trata de que los católicos sean esa pequeña “levadura de las bienaventuranzas y el amor fraterno” en cada sociedad y “suscitar transformaciónestupor y compasión” (Catedral de Rabat, 31.03.2019)

“Ser levadura de valores” especialmente en el ámbito de la cultura y de la política. Y así juntos, poder renovar el entusiasmo del pueblo a través de la entrega en causas desinteresadas y que toquen la vida de los miembros de la comunidad.

4. Ensuciarse las manos

“Hoy hacen falta profetas de esperanza“, que no tengan “miedo de ensuciarse las manos” (Audiencia Fundación Giorgio La Pira 23.11.2019).

Una invitación para que hombres y mujeres busquen el diálogo en la política, a la manera de Jesús, “con un amor ferviente y desinteresado, sin cálculos y sin límites, respetando la libertad de las personas”, parafraseando a Francisco.

5. No ser insignificantes

En las sociedades secularizadas, cada vez más resulta que el voto católico se muestra fragmentado y pierde influencia. A esto, “el problema no es ser pocos, sino ser insignificantes, convertirse en una sal que ya no tiene sabor de Evangelio, o en una luz que ya no ilumina (cf. Mt 5,13-15)”.

Palabras del Papa que tuvieron eco delante a la pequeña comunidad de católicos en Marruecos, que a pesar de ser una minoría (25.000 fieles) en el país musulmán de 35 millones de personas, son apreciados por las autoridades civiles y religiosas por su importante contribución social y cultural.

6. No ser recluta de partido

Se trata de entablar un diálogo por fidelidad a la propia fe, es decir, movidos por el amor. “Ser católico en la política no significa ser un recluta de algún grupo, una organización o partido, sino vivir dentro de una amistad, dentro de una comunidad”.(Audiencia Pontificia Comisión para América Latina 04.03.2019). 

7. No a los partidos políticos católicos

En este sentido, considera que los partidos políticos católicos no son el camino, por el contrario, según su opinión, representan una forma de “aburrida melodía monocorde aparentemente correcta pero homogenizadora y neutralizante –y de por añadidura– quieta” (Audiencia Pontificia Comisión para América Latina 04.03.2019).

8. Sí a los católicos en política 

Asimismo, es necesaria la presencia de católicos en política pero, esto no implica un ‘maquillaje’ con rostros nuevos en las campañas electorales, sino de métodos originales para hacer política con un estilo crítico y constructivo (Audiencia Pontificia Comisión para América Latina 04.03.2019). 

Una política que se convierte en práctica del diálogo en nombre de la fraternidad humana que abraza a todos los hombres, los une y los hace iguales, lejos de la injusticia de una economía que mata, del sistema de ganancia insaciable y de las ideologías que siembran odio, violencia y división.

9. Mujeres y minorías en la política

Francisco quiere más mujeres en política, jóvenes comprometidos que no se pensionen a 20 o 30 años pegados al sofá, sino implicados en la cosa pública, y que se abra espacio para los pobres y las minorías (indigenas, migrantes, cartoneros, etc).

Tampoco es una moda, ni un capricho piadoso, que el Papa pida respetar y escuchar, por ejemplo, a los indígenas que tienen una voz autorizada, pero silenciada por las sociedades tecnológicas e industriales: Ellos “ayudan a proteger cerca del 80% de la biodiversidad” del Planeta, advirtió en la convocatoria del  Sínodo Panamazónico de octubre 2019.

En un panorama de frágiles democracias,el Pontífice quiere alternativas y, en este sentido, ha apoyado a los movimientos populares que expresan la vitalidad, la historia y las luchas más auténticas de las comunidades excluidas y marginadas.

10. Pecadores sí, corruptos no

Entretanto, la corrupción, como en cualquier sistema mafioso, se alimenta del silencio de los inocentes y posiblemente, es lo que causa mayor injusticia. Por eso, la corrupción busca dejar en la periferia de las decisiones a las comunidades.

La corrupción no se combate con el silencio, como indica el papa Francisco: “Debemos hablar de ella, denunciar sus males, comprenderla para poder mostrar la voluntad de hacer valer la misericordia sobre la mezquindad, la belleza sobre la nada”.

Por ende, hay que pelear (no entre nosotros, sino contra esa perversión) para estar en el centro de las decisiones, junto a nuestras comunidades, porque el mal no vencerá, si los honestos gritan sus horrores.

Y no dejar que otros decidan, sino implicarse con la esperanza y el entusiasmo necesario para que haya plenitud a nivel social. De ahí su visión inclusiva y sencilla: trabajo, techo y tierra, como derechos sagrados a los que toda forma de política debería aspirar.

 

Fuente: https://es.aleteia.org/2019/04/10/10-claves-del-papa-francisco-para-la-participacion-de-los-cristianos-en-la-politica/?utm_campaign=NL_es&utm_source=daily_newsletter&utm_medium=mail&utm_content=NL_es

El Papa: Una economía inspirada en el Evangelio vence la soledad y la desesperación

Conviértanse en “empresarios de la caridad”, buscar formas alternativas para vencer el individualismo y “habitar una sociedad que no esté gobernada por el dios del dinero, un ídolo que la engaña y luego la deja cada vez más inhumana e injusta”, expresó el papa Francisco, en la mañana de hoy, sábado 16 de marzo, al recibir, en el Aula Pablo VI, a los miembros de la Confederación de Cooperativas Italianas, con motivo del centenario de su fundación.

Texto completo del discurso del Santo Padre: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/speeches/2019/march/documents/papa-francesco_20190316_confederazione-cooperative.html

La Confederación de Cooperativas Italianas, fundada el 14 de mayo de 1919, representa alrededor de 19 mil negocios, ofreciendo trabajo a 528 mil personas y nacieron del empuje de la encíclica social Rerum novarum del papa León XIII de 1891.

En su discurso, Francisco destaca la importancia del centenario, “un objetivo que no se puede pasar en silencio”, y recuerda la intuición del papa León XIII “floreció con la convicción de que el Evangelio no puede ser relegado solo a una parte del hombre o de la sociedad, sino que habla a todo el hombre, para hacerlo cada vez más humano”. 

Francisco resaltó la contribución de la Confederación de Cooperativas Italianas, enfatizando que la Iglesia cuando dice la verdad en voz alta tiene “la necesidad de hombres y mujeres que transformen en bienes concretos lo que predican los pastores y los teólogos”. 

Es un fuerte signo de esperanza cuando la doctrina social de la Iglesia no permanece como una palabra muerta o un discurso abstracto, sino que se convierte en vida de gracias a hombres y mujeres de buena voluntad, que le dan carne y concreción, transformándola en gestos personales y sociales concretos. Visible y útil. En este sentido, hoy quiero decirle “gracias” a ustedes por sus cien años de compromiso es también un ejemplo para los hombres de nuestro tiempo, que necesitan descubrirse a sí mismos no solo “tomadores” de buenos, sino “empresarios” de la caridad.

Conferencia internacional en el Vaticano sobre Las religiones y el Desarrollo Sostenible

Del 7 al 9 de marzo, tendrá lugar en el Aula Nueva del Sínodo, en el Vaticano, la Conferencia Internacional “Las religiones y los objetivos del desarrollo sostenible”, con el tema: “Escuchar el clamor de la tierra y de los pobres”. Organizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que preside el cardenal Peter Turkson, quien afirmó al respecto que “la religión puede ser una poderosa herramienta para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y favorecer el desarrollo de los países más desfavorecidos”.


Durante la presentación de la Conferencia, el cardenal Turkson recordó que “ocho de cada diez personas declaran que profesan una creencia u otra: una creencia en Dios u otro ser, y que pertenecen a algún grupo religioso. Esto representa un inmenso potencial”, aseguró.

En este sentido, aseguró que “las religiones también son actores clave en términos de desarrollo”. Recordó que las religiones juegan “un papel crucial en la educación, piedra angular de la sociedad civil”. Además, “seguimos al frente o apoyamos el 50% de todas las escuelas y en el África subsahariana, según el UNICEF el 64% de todas las escuelas”.

Explicó que “las personas religiosas representan también la cuarta comunidad de inversión más grande, con alrededor del 12% de la inversión de capital total en todo el mundo, y gestionan alrededor de un tercio de todas las estructuras médicas del planeta”.

Por eso, aseguró que “una guía fuerte para una transformación profunda es la religión”. Señaló que las religiones comparten la visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Aseguró que la Conferencia Internacional organizada en el Vaticano trata de mostrar “cómo las voces religiosas pueden contribuir a la conversación a nivel mundial y de las Naciones Unidas sobre el desarrollo humano y el logro de los ODS”.

Por lo tanto, “no estamos organizando una conferencia simplemente para discutir temas relacionados con el desarrollo. Se trata más bien de ayudarse mutuamente para fomentar una conversión ecológica e integral que pueda transformar el mundo. Y tenemos que hacerlo con urgencia. ¡Un clamor pide una respuesta inmediata y urgente!”.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se adoptaron en el año 2000 durante la Cumbre del Milenio impulsada por la ONU. La Cumbre fijó un plazo de 15 años para conseguir los ocho Objetivos de Desarrollo Sostenible, que implicaban la cancelación de la deuda de los países pobres altamente endeudados.

Link: http://www.aica.org/38078-conferencia-internacional-en-el-vaticano-sobre-las-religiones-desarrollo-sostenible.html

 

Francisco: La Cuaresma, tiempo para abandonar la cultura de la apariencia

“La cultura de la apariencia, hoy dominante, que induce a vivir por las cosas que pasan, es un gran engaño. Porque es como una llamarada: una vez terminada, de ella quedan sólo cenizas”, afirmó el papa Francisco al celebrar la misa del Miércoles de Ceniza, con la que comienza la Cuaresma, en la antigua Basílica romana de Santa Sabina.

“La Cuaresma, en las palabras del Santo Padre, es un tiempo para “detener nuestra vida que va siempre a la carrera, pero que a menudo no sabe bien hacia dónde. Es una llamada de atención para detenerse e ir hacia lo esencial, a ayunar de los superfluo que distrae. Es un despertador para el alma”, es “el tiempo para encontrar de nuevo la ruta”. 

“Para encontrar la ruta, hoy se nos ofrece un signo de la ceniza en la cabeza. Un signo que nos hace pensar en lo que tenemos en la mente. Nuestros pensamientos persiguen a menudo cosas transitorias, que van y vienen. Mientras la ligera capa de ceniza que recibimos es para decirnos, ¡con delicadeza y sinceridad!: de tantas cosas que tienes en la mente, detrás de las que corres y te preocupas cada día, nada quedará. Por mucho que te afanes, no te llevarás ninguna riqueza de la vida. 

Las realidades terrenales se desvanecen, como el polvo en el viento. Los bienes son pasajeros, el poder pasa, el éxito termina. La cultura de la apariencia, hoy dominante, que nos lleva a vivir por las cosas que pasan, es un gran engaño. Porque es como una llamarada: una vez terminada, quedan sólo las cenizas. 

La Cuaresma es el momento para liberarnos de la ilusión de vivir persiguiendo el polvo. La Cuaresma es volver a descubrir que estamos hechos para el fuego que siempre arde, no para las cenizas que se apagan de inmediato; por Dios, no por el mundo; por la eternidad del Cielo, no por el engaño de la tierra; por la libertad de los hijos, no por la esclavitud de las cosas. Podemos preguntarnos hoy: ¿De qué parte estoy? ¿Vivo para el fuego o para la ceniza?”. 

“En este viaje de regreso a lo esencial, que es la Cuaresma, el Evangelio propone tres etapas, que el Señor nos pide de recorrer sin hipocresía, sin engaños: la limosna, la oración, el ayuno. 

¿Para qué sirven? La limosna, la oración y el ayuno nos devuelven a las tres únicas realidades que no pasan. La oración nos une de nuevo con Dios; la caridad con el prójimo; el ayuno con nosotros mismos. Dios, los hermanos, mi vida: éstas son las realidades que no acaban en la nada, y en las que debemos invertir. Ahí es hacia donde nos invita a mirar la Cuaresma: hacia lo Alto, con la oración, que nos libra de una vida horizontal y plana, en la que encontramos tiempo para el yo, pero olvidamos a Dios. Y después hacia el otro, con caridad, que nos libra de la vanidad del tener, del pensar que las cosas son buenas si lo son para mí. Finalmente, nos invita a mirar hacia adentro de nosotros mismos con el ayuno, que nos libra del apego a las cosas, de la mundanidad que anestesia el corazón. Oración, caridad, ayuno: tres inversiones para un tesoro que no se acaba, que dura”. 

Por otro lado, si uno se apega a las cosas terrenales, “tarde o temprano se convierte en esclavo: las cosas que están a nuestro servicio acaban convirtiéndose en cosas a las que servir. La apariencia exterior, el dinero, la carrera, los pasatiempos: si vivimos para ellos, se convertirán en ídolos que nos utilizarán, sirenas que nos encantarán y luego nos enviarán a la deriva. En cambio, si el corazón se adhiere a lo que no pasa, nos encontramos a nosotros mismos y seremos libres. 

La Cuaresma es un tiempo de gracia para liberar el corazón de las vanidades. Es hora de recuperarnos de las adicciones que nos seducen. Es hora de fijar la mirada en lo que permanece. 

¿Dónde fijar entonces la mirada a lo largo de la Cuaresma? Sobre el Crucifijo. Jesús en la cruz es como una brújula de la vida que nos orienta al Cielo. La pobreza del leño, el silencio del Señor, su despojarse por amor nos muestran la necesidad, el coraje de la renuncia. Porque cargados de los lazos del egoísmo, del querer siempre más, del no contentarnos nunca, del corazón cerrado a las necesidades del pobre. Jesús que en el leño de la cruz arde de amor, nos llama a una vida ardiente de Él, que no se pierde entre las cenizas del mundo; una vida que arde de caridad que no se apaga en la mediocridad. 

¿Es difícil vivir como Él nos pide? Sí, pero conduce a la meta. Nos lo muestra la Cuaresma. Ella comienza con la ceniza, pero al final nos lleva al fuego de la noche de Pascua, a descubrir que, en el sepulcro, la carne de Jesús no se vuelve cenizas, sino que resurge gloriosa. vale también para nosotros, que somos polvo: si con nuestras fragilidades volvemos al Señor, si tomamos la vía del amor, abrazaremos la vida que no termina. Y estaremos en la alegría”.

 

Fuente: http://www.aica.org/38075-francisco-la-cuaresma-tiempo-para-abandonar-cultura-de-apariencia.html

Mons. Jurkovič en la ONU: cambio climático afecta más a los pobres

El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, Mons. Ivan Jurkovič, en su discurso plantea la relación directa entre los derechos humanos y, en particular, el derecho a la vida y el derecho a la salud, incluida la necesidad de tener aire limpio para respirar.

 

Relación calidad de vida y calidad de aire
Esta afirmación tiene como soporte los datos que ofrece la Organización Mundial de la salud, que afirma que “alrededor de 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo están relacionados con la contaminación del aire ambiente que puede conducir a enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades obstructivas crónicas, enfermedad pulmonar, cáncer de pulmón e infecciones respiratorias agudas en niños”; y añade que más de 6,000 millones de personas viven en regiones que superan las directrices de la OMS para una calidad sana del aire y del ambiente”.

Mons. Jurkovič insiste en que “El cambio climático y la contaminación atmosférica están estrechamente interrelacionados debido a que las emisiones a la atmósfera, de los contaminantes y los gases de efecto invernadero que alteran el clima y otros contaminantes, se derivan en gran medida del uso de combustibles fósiles y de biomasa por parte de la humanidad”.

 

Nuestra responsabilidad con la humanidad
El Arzobispo matiza que “Si bien el cambio climático y la contaminación del aire afectan por igual a ricos y pobres, existe una evidencia creciente de su «impacto desproporcionado sobre los pobres y las comunidades pobres”.

El prelado invita a ser conscientes de que “La pobreza hace que las personas dependan de fuentes de energía contaminantes para sus necesidades básicas, y la pobreza aumenta los riesgos para la salud asociados a su uso. Por lo tanto, un sistema ecológico adecuado siempre incluye un enfoque social”, por lo que se hace necesario encontrar una solución que tenga «un enfoque integrado para combatir la pobreza, restaurar la dignidad de los excluidos y, al mismo tiempo, la protección de la naturaleza «.

Mons. Jurkovič insiste en que “La mala calidad del aire es un factor que contribuye a una amplia gama de efectos adversos, que afectan a las personas a lo largo de toda su vida”. Y finaliza su mensaje afirmando»Los efectos del desequilibrio actual sólo pueden ser reducidos por nuestra acción decisiva, aquí y ahora. Necesitamos reflexionar sobre nuestra responsabilidad ante aquellos que tendrán que soportar las terribles consecuencias».

 

Link: https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2019-03/mons-jurkovic-onu-cambio-climatico-afecta-mas-pobres.html

 

«Ser católico en política no significa ser recluta de un grupo.»

Identidad del católico en la política
El Santo Padre comenzó planteando que la vocación del cristiano y en particular, la vocación política, nace en la comunidad. En la comunidad, el primer signo es la amistad entre los miembros, que se descubren por la encarnación de Jesucristo, “invitados a proponer misioneramente esa misma amistad a los demás para así dilatar la experiencia que denominamos “Iglesia”.

Francisco profundiza: “Ser católico comprometido en la política no significa ser un recluta de algún grupo, organización o partido, sino vivir dentro de una amistad, dentro de una comunidad”. Este hecho se convierte en condición necesaria:

“Si tú al formarte en la Doctrina social de la Iglesia no descubres la necesidad en tu corazón de pertenecer a una comunidad… en la que puedas vivir la experiencia de ser amado por Dios, puedes correr el riesgo de lanzarte un poco a solas a los desafíos del poder, de las estrategias, de la acción, y terminar en el mejor de los casos con un buen puesto político pero solo, triste y manipulado”.

 

Objetivo de la política: construcción del bien común
Jesucristo nos aporta una mirada nueva de la realidad, en la que lo central es la “construcción del bien común”.

El Santo Padre habla sobre la dimensión política de la vida del cristiano, y cita a San Óscar Romero: “el cristiano verdadero debe preferir su fe y demostrar que su lucha por la justicia es por la justicia del Reino de Dios, y no otra justicia”.

 

El Evangelio nos hace libres
Estas palabras, afirma el Papa, “las pronunciaba Romero para que los fieles laicos fueran libres y no esclavos, para que reencontraran las razones por las que vale la pena hacer política pero desde el evangelio superando las ideologías”.

Continua el Santo Padre: “La política es una vocación de servicio… Solo concibiendo así la política esta colabora a que el pueblo se torne protagonista de su historia y evita que las así llamadas “clases dirigentes” crean que ellas son quienes pueden dirimirlo todo”.

 

Cambio de época en América Latina
Para el Papa hay tres sectores emblemáticos que muestran un cambio de época en América Latina y que potenciarían construir un proyecto de futuro: “las mujeres, los jóvenes y los más pobres”.

El Obispo de Roma explica que las mujeres son significativas porque aportan esperanza: “la esperanza en Latinoamérica tiene un rostro femenino”. Los jóvenes, “porque en ellos habita la inconformidad y rebeldía que son necesarias para promover cambios verdaderos”. Los Pobres y marginados, pues en ellos la Iglesia encarna su opción preferencial.

 

Lugar de verificación del compromiso político
Para el Papa, las mujeres, los jóvenes y los marginados “son protagonistas del cambio de época y sujetos de esperanza verdadera. Su presencia, sus alegrías y, en especial, su sufrimiento son una fuerte llamada de atención para quienes son responsables de la vida pública. En la respuesta a sus necesidades y demandas se juega en buena medida la verdadera construcción del bien común. Son un lugar de verificación de la autenticidad del compromiso católico en la política”.

El Papa Invita a mirar la política más allá de los discursos, por eso, mirar a las mujeres, los jóvenes y los marginados , en lo concreto, es mirarlos «como sujetos de cambio y no como meros objetos de asistencia».

 

Necesaria la presencia de católicos en la política
El Papa clama a una nueva presencia de los católicos en la vida política. No se trata de presentar nuevos rostros. Sino de presentar nuevas alternativas, que den voz a sectores de movimientos populares y que “expresen sus luchas auténticas”.

El Papa afirma que “hacer política inspirada en el evangelio desde el pueblo en movimiento puede convertirse en una manera potente de sanear nuestras frágiles democracias y de abrir el espacio para reinventar nuevas instancias representativas de origen popular”.

 

Una polifonía de compromisos
Francisco afirma con fuerza que “Una misma fe cristiana puede conducir a compromisos diferentes. Por eso, los invito a que vivan su fe con gran libertad. Sin creer jamás que existe una única forma de compromiso político para los católicos”.

Termina su alocución, recordando la figura de San Juan Diego y de la Virgen de Guadalupe: “Encomendémonos a su intercesión para que cuando las fuerzas nos falten al luchar por nuestro pueblo, recordemos que es precisamente en la debilidad que la fortaleza de Dios puede hacer su mejor trabajo (cf. 2 Co 12,9)”.

 

Link: https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2019-03/papa-francisco-mensaje-comision-america-latina.html

 

¡Felicidades!

En el día de su cumpleaños, saludamos afectuosamente a nuestro arzobispo cardenal Mario Poli pidiendo al Señor que lo siga bendiciendo en su ministerio pastoral.

 

 

 

Conferencia de Leyba sobre documento vaticano relativo al sistema económico actual


 

Para visualizar «Oeconomicae et pecuniariae quaestiones.- Consideraciones para un discernimiento ético sobre algunos aspectos del actual sistema económico y financiero», haga click en el siguiente enlace: http://pastoralsocialbue.org.ar/wp-content/uploads/2018/05/Oeconomicae-et-pecuniariae-quaestiones.pdf

 

 

El cardenal Poli presidió el Tedeum Metropolitano

A continuación la homilía pronunciada por el Sr. Arzobispo de Buenos Aires cardenal Mario Aurelio Poli, con motivo del Tedeum conmemorativo del 208 aniversario de la Revolución de Mayo de 1810.

 

Papa en Santa Marta: la injusticia de explotar el trabajo es pecado mortal

La pobreza en el centro del Evangelio

Comentando la primera lectura, tomada de la carta del Apóstol Santiago, que muestra cómo los salarios de los trabajadores no remunerados claman y las protestas han llegado a los oídos del Señor, el Pontífice repite lo que el apóstol dijo a los ricos, sin usar «medias palabras», diciendo las cosas «con fuerza». De hecho, evoca riquezas «podridas». Y, recuerda el Papa, Jesús no había dicho menos:

«¡Ay de ustedes, ricos!», en la primera invectiva después de las Bienaventuranzas en la versión de Lucas. «¡Ay de ustedes, ricos!». Si uno hoy hiciera un sermón como ese, en los periódicos, al día siguiente: «¡Ese sacerdote es comunista!». Pero la pobreza está en el centro del Evangelio. La predicación sobre la pobreza está en el centro de la predicación de Jesús: «Bienaventurados los pobres» es la primera de las Bienaventuranzas: Es el documento de identidad, el documento identificativo con el que Jesús se presenta cuando regresa a su pueblo, en Nazaret, en la sinagoga , es: «El Espíritu está sobre mí, he sido enviado para proclamar el Evangelio, la Buena Nueva, a los pobres, la buena noticia a los pobres». Pero siempre en la historia hemos tenido la debilidad de tratar de eliminar esta predicación sobre la pobreza creyendo que es una cuestión social y política. ¡No! Es puro Evangelio, es puro Evangelio.

Amar a Dios con todo el corazón

Francisco insta a reflexionar sobre el porqué de una «predicación tan dura». La razón radica en el hecho de que «las riquezas son una idolatría», son capaces de «seducción». Jesús mismo, explica el Pontífice, dice que «no se puede servir a dos señores: o sirves a Dios o sirves a las riquezas»: da, por tanto, «categoría de Señor” a las riquezas, es decir – agrega – la riqueza “te agarra y no te suelta y va en contra del primer mandamiento «, amar a Dios con todo tu corazón.

El Pontífice observa también que las riquezas van «contra el segundo mandamiento porque destruyen la relación armoniosa entre nosotros, los hombres», «arruinan la vida», «arruinan el alma». El Papa recuerda la Parábola del rico – que pensaba en la «buena vida», en las fiestas, en las vestimentas lujosas – y la del mendigo Lázaro, «que no tenía nada». Las riquezas – reitera – «nos alejan de la armonía con nuestros hermanos, del amor al prójimo, nos hacen egoístas». Santiago reclama el salario de los trabajadores que cosecharon en las tierras de los ricos y que no han sido pagados: alguien – dice Francisco – puede confundir al Apóstol Santiago con «un sindicalista». Sin embargo, asegura el Pontífice, él es el Apóstol «que habla bajo la inspiración del Espíritu Santo». Parece – señala – una cosa de hoy:

Incluso aquí, en Italia, para salvar los grandes capitales, se deja a la gente sin trabajo. Va contra el segundo mandamiento y quién hace esto: «¡Ay de ti!». Yo no, Jesús. Ay de ustedes que explotáis a la gente, que explotáis el trabajo, que pagáis en negro, que no pagáis la contribución para las jubilaciones, que no dais vacaciones – dijo el Papa Francisco – ¡Ay de ti! Hacer «descuentos», hacer estafas sobre aquello que se debe pagar, sobre el salario, es un pecado, es pecado. «No, padre, yo voy a misa todos los domingos y voy a esa asociación católica y soy muy católico y hago la novena de esto …». ¿Pero luego no pagas? Esta injusticia es pecado mortal. No estás en la gracia de Dios. No lo digo yo, lo dice Jesús, lo dice el Apóstol Santiago. Es por eso que las riquezas te alejan del segundo mandamiento, del amor al prójimo.

Hacer oración y penitencia por los ricos

Las riquezas, por lo tanto, tienen una capacidad que nos hacen «esclavos». Es por eso que Francisco exhorta a «hacer un poco más de oración y un poco más de penitencia», no para los pobres sino para los ricos:

Tú no eres libre ante las riquezas. Para ser libre ante las riquezas debes distanciarte y orar al Señor. Si el Señor te ha dado riquezas es para dárselas a los demás, para hacer en su nombre tantas cosas buenas por los otros. Pero las riquezas tienen esta capacidad de seducirnos y en esta seducción caemos, somos esclavos de las riquezas.

 

Fuente: https://www.vaticannews.va/es/papa-francisco/misa-santa-marta/2018-05/papafrancisco-santamarta-misa-trabajo-ricos-riquezas-homilia.html

Nuevo comienzo

NUEVO COMIENZO

Por José Antonio Pagola

Los evangelistas describen con diferentes lenguajes la misión que Jesús confía a sus seguidores. Según Mateo han de «hacer discípulos» que aprendan a vivir como él les ha enseñado. Según Lucas, han de ser «testigos» de lo que han vivido junto a él. Marcos lo resume todo diciendo que han de «proclamar el Evangelio a toda la creación».

 

 

Quienes se acercan hoy a una comunidad cristiana no se encuentran directamente con el Evangelio. Lo que perciben es el funcionamiento de una religión envejecida, con graves signos de crisis. No pueden identificar con claridad en el interior de esa religión la Buena Noticia proveniente del impacto provocado por Jesús hace veinte siglos.

Por otra parte, muchos cristianos no conocen directamente el Evangelio. Todo lo que saben de Jesús y su mensaje es lo que pueden reconstruir de manera parcial y fragmentaria, recordando lo que han escuchado a catequistas y predicadores. Viven su religión privados del contacto personal con el Evangelio.

¿Cómo podrán proclamarlo si no lo conocen en sus propias comunidades? El Concilio Vaticano II ha recordado algo demasiado olvidado en estos momentos: «El Evangelio es, en todos los tiempos, el principio de toda su vida para la Iglesia». Ha llegado el momento de entender y configurar la comunidad cristiana como un lugar donde lo primero es acoger el Evangelio de Jesús.

Nada puede regenerar el tejido en crisis de nuestras comunidades como la fuerza del Evangelio. Solo la experiencia directa e inmediata del Evangelio puede revitalizar la Iglesia. Dentro de unos años, cuando la crisis nos obligue a centrarnos solo en lo esencial, veremos con claridad que nada es más importante hoy para los cristianos que reunirnos a leer, escuchar y compartir juntos los relatos evangélicos.

Lo primero es creer en la fuerza regeneradora del Evangelio. Los relatos evangélicos enseñan a vivir la fe no por obligación, sino por atracción. Hacen vivir la vida cristiana no como deber, sino como irradiación y contagio. Es posible introducir en las parroquias una dinámica nueva. Reunidos en pequeños grupos, en contacto con el Evangelio, iremos recuperando nuestra verdadera identidad de seguidores de Jesús.

Hemos de volver al Evangelio como nuevo comienzo. Ya no sirve cualquier programa o estrategia pastoral. Dentro de unos años, escuchar juntos el Evangelio de Jesús no será una actividad más entre otras, sino la matriz desde la que comenzará la regeneración de la fe cristiana en las pequeñas comunidades dispersas en medio de una sociedad secularizada.

Tiene razón el papa Francisco cuando nos dice que el principio y motor de la renovación de la Iglesia en estos tiempos hemos de encontrarlo en «volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio».

1° de Mayo, Día de San José Obrero

Adherimos al mensaje de Monseñor Oscar Ojea, Presidente de la ConferenciaEpiscopal Argentina, con motivo de la Fiesta de San José Obrero, Patrono de los Trabajadores.

 

Para ver el video:

 

 

´Centesimus Annus´presentó su Congreso Internacional 2018

La Fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice (CAPP) fue establecida por San Juan Pablo II en 1993 como un foro abierto de debate para promover el estudio y la difusión de la doctrina social de la Iglesia Católica. Es una fundación que actúa bajo la jurisdicción del Vaticano y está vinculada al APSA (Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica).

A lo largo de los años, la Fundación se ha centrado en las posibilidades prácticas para el mundo empresarial y la economía en general de un compromiso profesional basado en la virtud, en la gestión responsable de la economía y en el uso de una innovación tecnológica que promueva la igualdad de oportunidades y un empresariado conforme con los principios de sostenibilidad global. Lo anterior se  ha realizado poniendo en común las experiencias de los responsables económicos y empresariales  con  las de los economistas y especialistas universitarios en el campo de las ciencias sociales, todos ellos involucrados en la búsqueda de una brújula ética común.

Siguiendo las indicaciones del Papa Francisco, la Fundación reunirá también este año a un grupo internacional de líderes públicos, académicos, líderes sindicales, así como empresarios y profesionales para buscar formas innovadoras que permiten interpretar las novedades en el campo de la economía y de la innovación tecnológica, frente a los desafíos éticos que enfrentamos como consecuencia de la aparición de nuevos paradigmas, nuevas formas de poder derivadas del uso de las tecnologías y estilos de vida basados en la cultura del “usar y tirar”, ignorando a los pobres y despreciando a los débiles.

La conferencia internacional de la Fundación CAPP con motivo del 25° aniversario tendrá lugar en Roma del 24 al 26 de mayo de 2018 en el Palazzo della Cancelleria y  en el Palacio Apostólico Vaticano y tratará tres temas: “La familia frente a las incertidumbres laborales derivadas de la revolución cultural digital”; “Hacia una cadena alimentaria sostenible: actitud responsable contra la cultura del “usar y tirar e Individuo, trabajo, empleo inclusivo” para concluir con un discurso sobre «Una agenda común de los cristianos por el bien común», pronunciado por el patriarca ecuménico Bartolomé, en una sesión presidida por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. Seguirá una audiencia privada con el Papa Francisco.

La lista de oradores incluye a miembros de la Academia Pontificia para la Vida, la Fundación Vaticana Gravissimum Educationis, la FAO, la Confederación Europea de Sindicatos y una serie de economistas comprometidos con el trabajo académico y líderes empresariales.

 

Creer

CREER

Por José Antonio Pagola

 

La fe no es tampoco una opinión personal. El creyente se compromete personalmente a creer en Dios, pero la fe no puede ser reducida a «subjetivismo»: «Yo tengo mis ideas y creo lo que a mí me parece». La realidad de Dios no depende de mí ni la fe cristiana es fabricación de uno. Brota de la acción de Dios en nosotros.

La fe no es tampoco una costumbre o tradición recibida de los padres. Es bueno nacer en una familia creyente y recibir desde niño una orientación cristiana de la vida, pero sería muy pobre reducir la fe a «costumbre religiosa»: «En mi familia siempre hemos sido muy de Iglesia». La fe es una decisión personal de cada uno.

La fe no es tampoco una receta moral. Creer en Dios tiene sus exigencias, pero sería una equivocación reducirlo todo a «moralismo»: «Yo respeto a todos y no hago mal a nadie». La fe es, además, amor a Dios, compromiso por un mundo más humano, esperanza de vida eterna, acción de gracias, celebración.

La fe no es tampoco un «tranquilizante». Creer en Dios es, sin duda, fuente de paz, consuelo y serenidad, pero la fe no es solo un «agarradero» para los momentos críticos: «Yo, cuando me encuentro en apuros, acudo a la Virgen». Creer es el mejor estímulo para luchar, trabajar y vivir de manera digna y responsable.

La fe cristiana empieza a despertarse en nosotros cuando nos encontramos con Jesús. El cristiano es una persona que se encuentra con Cristo, y en él va descubriendo a un Dios Amor que cada día le atrae más. Lo dice muy bien Juan: «Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es Amor» (1 Juan 4,16).

Esta fe crece y da frutos solo cuando permanecemos día a día unidos a Cristo, es decir, motivados y sostenidos por su Espíritu y su Palabra: «El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él, produce mucho fruto, porque sin mí no podéis hacer nada».

Buscar desde adentro

Por José Antonio Pagola

Hay personas que nunca hablan de Dios con nadie. Es un tema tabú; Dios pertenece al mundo de lo privado. Pero luego tampoco piensan en él ni lo recuerdan en la intimidad de su conciencia. Esta actitud, bastante frecuente incluso entre quienes se dicen creyentes, conduce casi siempre al debilitamiento de la fe. Cuando algo no se recuerda nunca, termina muriendo por olvido e inanición.

Hay, por el contrario, personas que parecen interesarse mucho por lo religioso. Les gusta plantear cuestiones sobre Dios, la creación, la Biblia… Hacen preguntas y más preguntas, pero no esperan la respuesta. No parece interesarles. Naturalmente, todas las palabras son vanas si no hay una búsqueda sincera de Dios en nuestro interior. Lo importante no es hablar de «cosas de religión», sino hacerle sitio a Dios en la propia vida.

A otros les gusta discutir sobre religión. No saben hablar de Dios si no es para defender su propia posición y atacar la del contrario. De hecho, bastantes discusiones sobre temas religiosos no hacen sino favorecer la intolerancia y el endurecimiento de posturas. Sin embargo, quien busca sinceramente a Dios escucha la experiencia de quienes creen en él e incluso la de quienes lo han abandonado. Yo tengo que encontrar mi propio camino, pero me interesa conocer dónde encuentran los demás sentido, aliento y esperanza para enfrentarse a la existencia.

En cualquier caso, lo más importante para orientarnos hacia Dios es invocarlo en lo secreto del corazón, a solas, en la intimidad de la propia conciencia. Es ahí donde uno se abre confiadamente al misterio de Dios o donde decide vivir solo, de forma atea, sin Dios. Alguien me dirá: «Pero ¿cómo puedo yo invocar a Dios si no creo en él ni estoy seguro de nada?». Se puede. Esa invocación sincera en medio de la oscuridad y las dudas es, probablemente, uno de los caminos más puros y humildes para abrirnos al Misterio y hacernos sensibles a la presencia de Dios en el fondo de nuestro ser.

El cuarto evangelio nos recuerda que hay ovejas que «no son del redil» y viven lejos de la comunidad creyente. Pero Jesús dice: «También a estas las tengo que atraer, para que escuchen mi voz». Quien busca con verdad a Dios escucha, tarde o temprano, esta atracción de Jesús en el fondo de su corazón. Primero con reservas tal vez, luego con más fe y confianza, un día con alegría honda.

Delegados de Pastoral Social profundizaron acciones a la luz de Laudato si’

Delegados de Pastoral Social de las diócesis del país participaron de una reunión de esa comisión episcopal el sábado 14 de abril en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en el barrio porteño de Retiro.

La reunión fue convocada por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas), que preside monseñor Jorge Lugones SJ, obispo de Lomas de Zamora, y giró en torno a los desafíos pastorales planteados por la encíclica Laudato si’, del papa Francisco sobre la ecología integral y el cuidado de la Casa Común.

La jornada abrió con una meditación inicial sobre el documento pontificio y luego monseñor Lugones detalló algunas líneas pastorales prioritarias en América Latina. Estos aspectos fueron retomados en la homilía por monseñor Jorge Lozano, miembro de la Cepas y arzobispo de San Juan de Cuyo, durante la misa de clausura.

Los delegados diocesanos tuvieron sus sesiones de trabajo en las que detallaron las acciones pastorales que apuntan al cuidado integral de la vida en todas sus formas, y principalmente a la promoción de la dignidad de la vida humana en situaciones de vulnerabilidad social y pobreza.

En ese sentido, se destacaron los servicios en cada diócesis ante problemáticas tales como: impacto ambiental y social de la deforestación, agrotóxicos, monocultivos, extractivismo, contaminación por residuos, etc.

Los participantes pusieron de relieve los servicios tendientes al desarrollo comunitario que atienden a diversos sectores vulnerables, entre ellos la protección integral de niños y jóvenes; la prevención del consumo problemático de sustancias tóxicas y adicciones y la atención de la creciente población afectada por este flagelo; la asistencia de enfermos en situación de soledad y pobreza.

Asimismo, destacaron la tarea en pro de la protección de mujeres víctimas de violencia; la prevención y el rescate de víctimas de trata de personas; la atención de migrantes y refugiados sirios, y la reinserción social de personas privadas de libertad en cárceles.

La reunión también fue ocasión propicia para invitar a la participación de la Semana Social 2018, prevista para los días 22, 23 y 24 de junio en Mar del Plata con el lema “Democracia: un camino de servicio a los pobres”. En ese marco, se conforman mesas de diálogo entre líderes sociales en diversos sectores.

Informes: www.pastoralsocial.org.ar

 

Fuente: http://www.aica.org/33174-delegados-de-pastoral-social-profundizaron-acciones-la-luz-laudato-si.html

Se anunció la Semana Social 2018

En el marco del Encuentro con Delegados de Pastoral Social de todo el país que tuvo lugar en la sede de la Conferencia Episcopal Argentina este viernes 13 y sábado 14 de abril, la Comisión Episcopal de Pastoral Social anunció que la próxima Semana Social se realizará del 22 al 24 de junio en Mar Del Plata con el lema “Democracia: Un camino de servicio a los pobres”.

Los obispos argentinos se reúnen en la 115° Asamblea Plenaria

Del 16 al 20 de abril se realizará la 115° Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina, en la Casa de Ejercicios El Cenáculo (La Montonera) en Pilar. La Asamblea Plenaria de un episcopado es un encuentro en el que además de ponerse en común la tarea pastoral con las alegrías y dificultades de todas las iglesias diocesanas del país, se da lugar a momentos de fraternidad y de oración entre todos los Obispos.

 

 

Las sesiones se iniciarán el lunes por la tarde con el habitual intercambio pastoral, en el que los obispos comparten entre sí inquietudes y reflexiones pastorales en torno a temas diversos. A las 19.30 hs., se celebrará la Misa de Apertura, presidida por Mons. Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal.

La jornada del martes se dedicará a considerar la Realidad cultural de Argentina en la posmodernidad, a cargo de la Comisión Episcopal de Fe y Cultura. También expondrá la Comisión Episcopal de Laicos y Familia; este equipo de la CELAF compartirá un informe y un posterior intercambio sobre las acciones realizadas en el ámbito pastoral y en el de la comunicación para la campaña #ValeTodaVida.

El miércoles continuará el tema de la Comisión de Fe y Cultura, y por la tarde los Obispos analizarán un eventual camino pastoral para el resto del trienio 2017-2020.

El jueves por la mañana los Obispos conocerán pormenorizadamente la situación de los Refugiados y Migrantes, con un invitado que les hablará de los pactos mundiales y las acciones que se están llevando a cabo. Por la tarde, se presentará un informe la Comisión Episcopal de Educación Católica. Más tarde habrá un tiempo para la reunión de las Comisiones Episcopales.

El viernes, último día de la Asamblea, se realizará la elección de los delegados que asistirán al Sínodo de Obispos, que se reunirán en Asamblea en octubre de 2018 sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. También expondrá la Comisión Episcopal de Catequesis y Animación Bíblica y la de Ministerios.

Pedimos al Pueblo de Dios que rece por los frutos de este encuentro de sus pastores, y por los frutos de la misión de la Iglesia en la Argentina encomendada a ellos.

Según su estatuto, “la Asamblea Plenaria es el órgano primario y principal de la Conferencia Episcopal que expresa de forma particular el afecto colegial de sus miembros” y se realiza dos veces al año.  Están convocados 89 obispos (diocesanos, coadjutores, auxiliares) y 2 sacerdotes Administradores Diocesanos; e invitados 37 obispos eméritos, el nuncio apostólico y un obispo electo.

La Fundación “Centesimus Annus” organiza Congreso Internacional

 

La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer que, el próximo miércoles 18 de abril de 2018, a las 12.15, tendrá lugar la Conferencia de presentación de la actividad de la Fundación “Centesimus Annus – Pro Pontifice” (para promover el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia Católica) con motivo de su XXV Aniversario y del Congreso Internacional “New Policies and life-styles in the digital age” (Roma, 24-26 mayo 2018), que contará con la participación, entre otros, del Patriarca ecuménico greco-ortodoxo, Bartolomé I.

En la presentación intervendrán Mons. Diarmuid Martin, Arzobispo de  Dublín (Irlanda); Domingo Sugranyes Bickel, Presidente del Consejo de la Fundación “Centesimus Annus – Pro Pontifice”; Anna Maria Tarantola, miembro del Consejo de Administración de la  Fundación “Centesimus Annus – Pro Pontifice” y delegada del  Consejo del  Comité Científico de la Fundación.


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