La Oficina de Prensa de la Santa Sede informa que «durante el transcurso de los cordiales coloquios, que manifiestan el buen estado de las relaciones bilaterales entre la Santa Sede y la Republica Argentina, han sido abordados temas de mutuo interés, tales como la ayuda al desarrollo integral, el respeto a los derechos humanos, la lucha a la pobreza y al narcotráfico, la justicia, la paz y la reconciliación social. En tal contexto, ha sido subrayada la positiva contribución, sobre todo en el ámbito de la promoción humana y de la formación a las nuevas generaciones, ofrecida por el Episcopado y por las instituciones católicas en la sociedad argentina, de manera particular en la coyuntura económica actual. Por último, se hizo referencia a algunos temas de mayor relevancia e interés en el ámbito regional y mundial».
La delegación argentina estuvo compuesta por los gobernadores de las provincias de Salta, Mendoza y Tierra del Fuego, además del Jefe de Gabinete, el Canciller de la Nación, el Secretario de Culto, el Secretario de Asuntos Estratégicos, el encargado de Protocolo y el Embajador ante la Santa Sede, Sr. Rogelio Pfirter.
El Ing. Macri donó al Papa Francisco un poncho, una colección de música de diferentes regiones argentinas y una de Cruz de Matará, símbolo de la evangelización en América.
Por su parte el Santo Padre regaló al Presidente de la Argentina la Encíclica Laudato Sii sobre el Cuidado de la Creación, la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, y un medallón en bronce que representa una roca partida por la mitad, de cuya rotura florece un ramo de olivo que une las dos partes.
Posteriormente el Presidente de la República Argentina mantuvo el encuentro con el Secretario de Estado Vaticano, Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, acompañado por Su Excelencia Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.