Asesinado el 11 mayo 1974, era miembro del clero de Buenos Aires y fundador del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo y del movimiento de Curas Villeros.
Inició el Mes Mugica

 

Sacerdote católico argentino (7 octubre 1930-11 mayo 1974), miembro del clero de Buenos Aires y fundador del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo y del movimiento de Curas Villeros. Vivió su tiempo histórico con pasión y clara opción por los más pobres. Murió asesinado, víctima de los tiempos violentos en los que le tocó vivir. Sus restos descansan en la parroquia Cristo Obrero desde el año 1999. El Papa Francisco dijo de él: “Fue un gran sacerdote que luchaba por la justicia”.

El padre Mugica después de sufrir el primer atentado contra su vida, en agosto de 1971, decía: “¡Nada ni nadie me impedirá servir a Jesucristo y a su Iglesia, luchando junto a los pobres por su liberación! ¡Si es que el Señor me concede el privilegio, que no merezco, de perder la vida en esta empresa, estoy a su disposición!” .P. Carlos Mugica

Ahora bien, no hay que acercarse a la figura del padre Carlos Mugica como a alguien que actuó aisladamente, sino que Él pertenece al ámbito eclesial y social de su época. Mugica buscó llevar el amor del evangelio de Jesús al ámbito social. Eso es la Doctrina Social de la Iglesia, el amor que llega a las cuestiones del trabajo, la economía, la salud, la educación, etc.

El padre Carlos no actuaba solo, pertenecía al grupo de sacerdotes de villas de emergencia, que había sido constituido oficialmente en el año 1969, pero que ya venían trabajando juntos desde hacía unos años. Se acercó así a sus hermanos villeros como integrante de un equipo de sacerdotes. El pueblo que habitaba las villas fue modelando el corazón sacerdotal de estos hombres, les fue marcando un estilo pastoral. La cercanía con los vecinos de la villa, fue permitiendo pasar de lo que a los curas les parecía que necesitaban los pobres, a lo que los mismos pobres verdaderamente demandaban. Junto a ellos fueron tejiendo lo que llamamos la pastoral popular en las villas. La cual no trata de otra cosa que de acompañar la vida y la fe del pueblo. Pastoral popular que tiene bien presente que la vida espiritual no es otra cosa que la vida misma, y que Dios anda metido en todo esto que es la vida de su pueblo.

Estos sacerdotes a su vez integraban el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo que intentaba dar respuesta a otro “movimiento”, el del pueblo en sus anhelos y luchas, y que hoy podríamos actualizar en el clamor de Tierra-Techo-Trabajo. El padre Carlos Mugica, estaba entre los pobres, pero no se la creía. Su oración “Meditación en la Villa” revela su humildad. Es una oración de una profunda mística, que nos muestra que no hay mayor solidaridad que la de Jesús con los últimos de la fila de la vida. Se la compartimos para rezarla:

«Señor, perdóname por haberme acostumbrado a ver que los chicos, que parecen tener ocho años; tengan trece;

Señor, perdóname por haberme acostumbrado a chapotear por el barro; yo me puedo ir, ellos no:

Señor, perdóname por haberme aprendido a soportar el olor de las aguas servidas de las que me puedo ir y ellos no;

Señor, perdóname por encender la luz y olvidarme de que ellos no pueden hacerlo;

Señor, yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no: porque nadie hace huelga con su hambre;

Señor, perdóname por decirles no solo del pan vive el hombre, y no luchar con todo para que rescaten su pan;

Señor, quiero quererlos por ellos y no por mí. Ayúdame. Señor, sueño con morir por ellos: ayúdame a vivir para ellos.

Señor, quiero estar con ellos a la hora de la luz. Ayúdame»

 

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