La declaración “Una fecha para no olvidar” fue aprobada en la 173ª reunión de la Comisión Permanente de la CEA, que se realizó los días 14 y 15 de marzo en Buenos Aires.

«El próximo 24 de marzo se cumplen cuarenta años de la ruptura del orden constitucional y del estado de derecho. Un hecho que nunca más se debe repetir ni podemos olvidar”, subrayó.

“Era un momento complejo y difícil para toda la sociedad. La Argentina vivía una escalada de violencia que culminó en el terrorismo de Estado, protagonista de crímenes de diversa índole, entre ellos: la tortura, el asesinato, la desaparición de personas y el secuestro de niños”, describió.

El Episcopado consideró que «los argentinos no podemos dejar de preguntarnos cómo se pudo llegar al período más oscuro de nuestra historia. Sus consecuencias de enfrentamientos, dolor y muerte aún permanecen y se nos presentan como un pasado que tenemos que afrontar y sanar».

“La vuelta a la democracia marcó el inicio de un camino de verdad, de justicia y de encuentro entre todos, que urge seguir transitando, para alcanzar la concordia y la amistad social”, destacó.

“El reconocimiento del valor de la vida, de la dignidad y de los derechos inalienables de la persona constituye la base indispensable de toda convivencia humana y del destino feliz de un pueblo”, agregó.

Los obispos recordaron que la “memoria del 24 de marzo” coincide este año con la celebración del Jueves Santo, día al que describieron “de dolor y de traición, pero también día en que Jesús manifestó su amor hasta el fin entregando la vida por nosotros”.

“En su sangre hemos sido reconciliados. ‘Cristo es nuestra paz’ y el fundamento de una esperanza que nos impulsa a construir una sociedad auténticamente humana”, sostuvieron.

Por último, el episcopado señaló que el ejemplo de Jesús ayudará a los argentinos a “cicatrizar nuestras heridas en la verdad, el arrepentimiento, la reparación en justicia y el anhelo de alcanzar misericordia”. (AICA)