El padre Accaputo disertó este martes 21 de abril en un seminario organizado por el Banco Central (BCRA) junto a su titular, Alejandro Vanoli, sobre el tema «El sistema financiero y la Doctrina Social de la Iglesia», sobre el que realizó una extensa ponencia tras ser presentado por el propio Vanoli.

El titular de la Pastoral Social sostuvo, además, que el desarrollo que hoy se verifica en el mundo «corre el riesgo de ser puesto al servicio de un grupo y no de la sociedad», enfatizando toda una serie de conceptos que, en este sentido, vertió el Papa Francisco durante una conferencia que realizó en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, en noviembre pasado.

Accaputo dijo también que la concentración del desarrollo en sus aspectos económicos y técnicos, que deja de lado la dimensión antropológica que aporta la Doctrina Social de la Iglesia, conduce a convertir la economía y la política en fines y no en medios como de verdad debe ser. Así, indicó, «se corre el riesgo de generar un desarrollo dual en la vida de los pueblos, donde unos viven bien y otros viven como pueden», generando la idea de que «lo que me importa es que yo vivo bien y no que formo parte de una comunidad de destino».

A lo largo de su intervención, el representante de la Iglesia introdujo numerosos párrafos del Catecismo católico cuyas citas contrastaron agudamente con la realidad económica y social de los pueblos y de las sociedades, sobre todo de sus sectores menos favorecidos. Por ello, Accaputo lanzó una apelación a los dueños del capital al afirmar que «el capital también tiene que ayudar a la estabilidad, no sólo el poder político», al tiempo que resaltó que la adoración de la riqueza y de la propiedad privada hace que «se deje de lado la preocupación por los pueblos y las personas».

Desde este punto de vista, el sacerdote afirmó que «no hay derecho a que algunos se enriquezcan en desmedra del resto de la humanidad» y alertó que esta situación conduce a «conflictos y violencia» que se convierten en elementos desestabilizadores y que reflejan la injusticia.

Por último, y en uno de sus conceptos más fuertes, Accaputo enfatizó que «no es cierto que el capital no tenga patria, ya que esa patria puede ser local o universal y, además, es el fruto del trabajo de generaciones de hombres», por lo que condenó la fuga o salida de capitales sobre la base del solo concepto del máximo rendimiento.

Accaputo llamó a la reflexión a los banqueros presentes así como a los políticos y responsables sociales, destacando la importancia de la dimensión social y antropológica de la Doctrina Social de la Iglesia en contraposición con los conceptos meramente técnicos y económicos del liberalismo al uso.

Por su parte, el titular del BCRA resaltó la necesidad de que el sistema financiero «rescate valores humanos», y sostuvo que «la necesidad del bien común, de solidaridad y de igualdad son cuestiones que nos interpelan respecto de la globalización».