Cada 1 de mayo la Iglesia celebra la Fiesta de San José Obrero, patrono de los trabajadores, fecha que coincide con el Día Mundial del Trabajo.
Esta celebración litúrgica fue instituida en 1955 por el Papa Pío XII, ante un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro.
“El humilde obrero de Nazaret, además de encarnar delante de Dios y de la Iglesia la dignidad del obrero manual, sea también el próvido guardián de vosotros y de vuestras familias” dijo Pío XII ese día.
Hoy recordamos especialmente las palabras que el papa Francisco pronunció ante representantes sindicales italianos durante una audiencia celebrada en el Aula Pablo VI del Vaticano el 28 de junio de 2017.
Ante ellos afirmó que “’persona’ y ‘trabajo’ son dos palabras que pueden y deben estar unidas. Porque si pensamos y decimos ‘trabajo’ sin ‘persona’, el trabajo termina por convertirse en algo deshumano, olvidando a la persona, se olvida y se abandona a sí mismo”.
Discurso completo: http://m.vatican.va/content/francescomobile/es/speeches/2017/june/documents/papa-francesco_20170628_delegati-cisl.html
Celebremos San José Obrero acordándonos siempre de que el trabajo es un derecho fundamental para la dignidad de la persona.