Este domingo, 15 de noviembre, a las 10.00 de la mañana en la Basílica de San Pedro, el Sumo Pontífice celebrará la Santa Misa con motivo de la IV Jornada Mundial de los Pobres, cuyo tema es «Tiende tu mano al pobre» (Sir 7, 32).

15 de noviembre: Misa presidida por el Papa Francisco

Entre una de las primeras iniciativas que anunció Monseñor Fisichella para la celebración de esta IV Jornada Mundial de los Pobres fue la celebración de la Santa Misa, presidida por el Papa Francisco, el domingo 15 de noviembre a las 10:00 horas en la Basílica de San Pedro.

Sigue la Misa en el portal de Vatican News

“El evento – señaló el Prelado – será transmitido en vivo por las cadenas televisivas italianas Rai 1, TV2000, Telepace y por todas las emisoras católicas del mundo enlazadas al Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede”. La Misa, por supuesto, también se transmitirá en streaming en el portal de Vatican News (vaticannews.va) y en el canal de YouTube del sitio, con comentarios en español.

Cien pobres presentes en la Misa con el Papa

Asimismo, el Obispo italiano anunció que, en la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, participaran “sólo 100 personas” en representación simbólica de todos los pobres del mundo que, en este día, necesitan especialmente la atención y la solidaridad de la comunidad cristiana. Además participaran Voluntarios y Benefactores; y las lecturas serán proclamadas por algunas personas que son asistidas cada día por diferentes Asociaciones caritativas.

La finalidad de nuestras acciones es el amor

Las palabras del Papa Francisco en su Mensaje expresan bien la finalidad de estas iniciativas, concluyó Monseñor Fisichella: “«En todas tus acciones, ten presente tu final» (Sir 7, 36)… El texto se presta a una doble interpretación. La primera hace evidente que siempre debemos tener presente el fin de nuestra existencia. Acordarse de nuestro destino común puede ayudarnos a llevar una vida más atenta a quien es más pobre y no ha tenido las mismas posibilidades que nosotros”.

Existe también una segunda interpretación… Es el fin de nuestra vida que requiere un proyecto a realizar y un camino a recorrer sin cansarse. Y bien, la finalidad de cada una de nuestras acciones no puede ser otra que el amor… Este amor es compartir, es dedicación y servicio, pero comienza con el descubrimiento de que nosotros somos los primeros amados y movidos al amor. Este fin aparece en el momento en que el niño se encuentra con la sonrisa de la madre y se siente amado por el hecho mismo de existir. Incluso una sonrisa que compartimos con el pobre es una fuente de amor y nos permite vivir en la alegría. La mano tendida, entonces, siempre puede enriquecerse con la sonrisa de quién no hace pesar su presencia y la ayuda que ofrece, sino que sólo se alegra de vivir según el estilo de los discípulos de Cristo”.