Bajo la premisa de «Fraternidad y amistad social: caminos para la paz y el desarrollo integra», Jorge Macri abrió la Jornada Pastoral Arquidiocesana. Y resaltó la construcción de una sociedad más solidaria y fraterna, además de fomentar el diálogo y la reflexión sobre temas sociales y promover la participación activa de la comunidad en la búsqueda del bien común.

 

«Siento una profunda sintonía con la temática elegida: caminar por la paz y el desarrollo integral. Ambos conceptos son decisivos para quienes lideramos este momento complejo. Poner en primer lugar a cada persona y tener sensibilidad integral reflejan la mirada humanista que compartimos. La cultura de la “y” refleja que estamos dejando atrás la Argentina de confrontaciones estériles y binarias. Hay que hacer un gran esfuerzo para dejar de lado la “o”. Es un eje con el que queremos trabajar en nuestro Gobierno. Es un desafío enorme, aún en medio de las diferencias”, dijo Jorge Macri en el auditorio de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina, en Almagro.

 

Lo recibió el padre Carlos Accaputo -que preside la Comisión de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires-, y lo acompañó el secretario General y de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo. La Pastoral Social de la Ciudad es una iniciativa de la Iglesia Católica que tiene como objetivo promover el diálogo y la acción en torno a temas sociales, políticos y económicos. Genera espacios de diálogo entre diversos actores de la vida pública, promoviendo el bien común según los principios del Evangelio y las enseñanzas del Papa Francisco.

 

En su discurso, Jorge Macri explicó que la Ciudad da respuestas frente a la actual situación social y remarcó que el diálogo interreligioso ha sido un pilar fundamental para enfrentar estos problemas: “Estamos transitando un cambio de época, plagado de incertidumbre y esperanza. Este es un momento que requiere firmeza con las ideas, pero sensibilidad con cada persona. Siempre digo que el líder define el rumbo, pero el ritmo lo marca el último de la fila. Ir a buscar al último de la fila es un desafío constante, que se convierte hoy en una prioridad. Y esto lo tenemos muy claro desde la gestión”, sostuvo.

Pompeo, en tanto, agregó que “la pastoral social fomenta año tras año en nuestra Ciudad un diálogo fecundo que fortalece la fraternidad y la amistad social, pilares esenciales para construir la paz y promover el desarrollo integral de todas las personas”.

 

 

En su exposición también se refirió al abordaje de la maternidad y la vida laboral; la primera infancia; el paso de la educación al aprendizaje; y el ataque a la ludopatía infantil. “El uso del celular nos planteó una pandemia silenciosa: la ludopatía infantil, vinculada a la tecnoadicción. Nuestra posición es clara y la siento muy en sintonía con lo que expresó recientemente el Santo Padre: niños y apuestas, ¡no! Apostar no es un juego, es una adicción. El daño que causan las apuestas a la salud socioemocional es brutal”, explicó.

Y en el cierre, dejó como mensaje: “En febrero tuve la inmensa alegría de visitar al Papa Francisco. Conversamos sobre un concepto que siento muy propio: llegar antes de los problemas. Me gustó el concepto de llegar antes. Como escribió algún poeta, eso de llegar antes me hace acordar al concepto de madrugar a la aurora. Le diría a los porteños, y a los argentinos en general: que no se dejen madrugar, que lleguen antes. Que no se dejen madrugar por el desánimo, el enojo, por la sensación de que no hay futuro, de que todo está perdido. Hay esperanza. Cuenten conmigo y con todo mi equipo de gestión para ir en ese sentido”.