Con la oración inicial junto al cardenal Mario Poli, el sábado 23 de octubre comenzó la IIIª Sesión de la Asamblea Sinodal de Buenos Aires.
En la apertura de este tercer encuentro, el obispo auxiliar de Buenos Aires y secretario general del Sínodo, monseñor Enrique Eguia Seguí, destacó el gran compromiso de los sinodales en los trabajos preparatorios para esta sesión.
A continuación, ante más de 200 delegados sinodales, el relator general, monseñor Ernesto Giobando SJ, obispo auxiliar de Buenos Aires, hizo una introducción al capítulo tercero del Documento de Trabajo: Caminamos juntos en el anuncio testimonial del Evangelio.
El relator adjunto de esta sesión fue el Pbro. Andrés F. Di Ció quien compartió algunas notas relevantes sobre el tema de la jornada. En el inicio de su exposición, se refirió a la íntima unidad de las cuatro dimensiones de la Iglesia: amor servicial, anuncio testimonial, celebración festiva y comunión sinodal. “La integración es la clave de la auténtica evangelización”, recordó el P. Di Ció, quien destacó que “el anuncio tiene fuerza salvífica porque es Cristo mismo el que se hace presente, el que se comunica en nuestras palabras”. El relator concluyó su presentación motivando a los sinodales a preguntarse: ¿qué es lo que más urge en el corazón de Jesús para nuestra Iglesia de Buenos Aires?
Iluminados por los relatores, los sinodales se reunieron en los grupos de trabajo para reflexionar a partir del capítulo 3 y sus propuestas. Como en las anteriores jornadas, este discernimiento se reflejó en tres propuestas que surgieron en cada grupo menor.
Al comenzar la tarde, Mons. Gustavo Carrara y Carolina Bacher Martínez, miembros del Consejo de redacción, presentaron a la Asamblea algunas claves que surgieron de un primera lectura y análisis de los numerosos aportes recibidos durante la IIª Sesión.
Para iniciar los aportes de la sesión, se presentó un testimonio en video del Pbro. Ignacio Copello desde Lwena, Angola, en el marco del proyecto Iglesias Hermanas. En su testimonio, el sacerdote invitó a toda la Asamblea a desplegar la misión evangelizadora en la arquidiócesis y más allá de ella.
A continuación, algunos sinodales que habían presentado sus aportes por escrito al tercer capítulo, hicieron su exposición al resto de los sinodales. Sus intervenciones se centraron en torno a la pastoral familiar, la escuela católica, los itinerarios formativos para adultos, los niños y jóvenes, la catequesis, los medios de comunicación y las tecnologías digitales. Al mismo tiempo se refirieron al anuncio kerygmático, la pastoral en los colegios estatales, la pastoral universitaria, los santuario y la evangelización en los barrios marginales.
Al finalizar la sesión, el cardenal Poli presidió la Eucaristía dando inicio diocesano al Sínodo universal sobre la sinodalidad propuesto por el Papa Francisco para los próximos dos años. En su homilía, destacó que “es necesario caminar juntos hacia una Iglesia sinodal, donde la comunión de sus miembros y la participación activa de todos los bautizados renueve el espíritu apostólico y misionero”.
El próximo 6 de noviembre se llevará a cabo la IVª Sesión a partir del cuarto capítulo del Documento de Trabajo titulado: “Caminamos juntos para que la vida en Buenos Aires sea celebración y fiesta de la fe”.