Algunas de los párrafos más salientes de la exposición del padre Carlos Accaputo:

-“La presencia de Uds. hoy aquí poniendo su tiempo para escuchar, opinar, discutir y pensar juntos merece agradecerlo. Para los que nos visitan por primera vez, les digo que este es un espacio de la Iglesia de Buenos Aires para pensar la realidad social, donde creyentes y no creyentes, pero personas de buena voluntad desde la búsqueda del bien común, piensan cómo mejorar esta sociedad para todos. Por eso lo llamamos “Encuentros de Sociedad y Diálogo”.

-“La cultura del encuentro, que nació en esta casa pensando juntos con el Papa Francisco, lleva la idea de fraternidad, es decir vivir como hermanos no como individuos aislados que hacen un contrato para vivir juntos… pero vivir bien. En definitiva la política, de acuerdo a un trabajo del episcopado francés de hace una década, es el “arte del buen vivir juntos”. Aquí se planteó que la APS debe ser para todos, no solo para los pobres. Debería ser así y acuerdo con esto. Pero si hablamos de la importancia de la APS para asistir a los pobres, se está reconociendo que –por lo menos aquí en la ciudad- la mayoría tiene un camino propio para su salud. Entonces lo público es para los pobres y lo privado para los que tienen acceso, sacándole al Estado la responsabilidad de invertir para la salud de la comunidad. Yo desearía que, desde este lugar de la Pastoral Social, se cambie totalmente ese eje y que la política de salud –acá y en todo el país- sea una sola y con acceso para todos.”

-“Hay que revertir esta ecuación y ser capaces de trabajar en este desafío. Cómo lo resolvemos poniéndole sentido. La utopía da sentido porque es real… vamos  hacia allá y cómo lo hacemos… Desde la Iglesia debemos ver cómo acompañamos a la vida política, para que Uds., que son actores privilegiados en todo esto, sean artífices en la realización de este proyecto de Salud, para que no salga otra vez de un escritorio o de un laboratorio un programa que si no lo compras quedás afuera del sistema o del crédito. ¿Cómo diseñar un paradigma superador de lo que se viene haciendo, que es mucho, para incorporar a los que han sido excluidos de la sociedad?”

-“A mediados de los años 70 el país tenía 4% de pobres, hoy se habla de un 22%. Esto quiere decir que hemos generado un 18% de pobres que antes estaban dentro y hoy están afuera del “sistema”. Repararlo implica decisiones políticas, económicas y perspectivas sociales. En estos 40 años tenemos generaciones que nunca han trabajado y no han podido generar un estilo de vida con sentido de vida: volver a recuperar esto es un trabajo épico. Debemos pensar un esquema donde se piense sistémicamente en salud, educación y trabajo y cómo construir los caminos para este logro.”

-“Este encuentro es el primer paso, no el último…de cómo nos hacemos cargo entre todos de generar un espacio donde se pueda pensar un proyecto que pueda discutirse, además, en los ámbitos adecuados. Nosotros somos los sujetos de la historia, no los funcionarios.”

-“Uno de los límites que tiene la política es convertirse en un funcionalismo donde hacemos cosas pero que no transforman la realidad ni la cambian. Animémonos a juntar materia gris que, con inteligencia y voluntad, sea capaz de dar una respuesta partiendo de la realidad y dejando de lado el “marketing”. Hoy la política, desgraciadamente, está subordinada a él. Y esto ocurre porque hemos separado de algún modo a la política, la economía, la salud, y/o lo religioso de las realidades concretas. Cómo reconciliamos la tarea, la profesión… como misión, como sentido de la vida. Para recuperar la alegría por lo que hacemos.  Cómo se devuelve la dignidad al profesional de la salud… cuando el médico era aquél que te curaba, no el que te “cobraba”. ¿Que pasó?: terminó siendo un operario más. Lo mismo pasó con los docentes. Estamos en un sistema económico donde se absorbe lo más importante que llevamos: nuestra vocación.”

-“La salud como algo igualitario y de acceso universal supone un cambio en el armado donde abocarse y lo del AMBA no es un dato menor sino sustancial. Si hay un elevado porcentaje de porteños que no se asisten en el sistema público, igual hay que potenciar al hospital en pos de la excelencia, porque allí se forma el recurso humano para la salud. Si el gobierno de la ciudad no lo quiere financiar, discutiremos cómo y quién lo financia, pero no lo dejaremos de lado solo porque lo usa un 20% de los habitantes de la ciudad. Es un tema de pertenencia como Nación, que no es una empresa sino una comunidad de destino: es la Patria.”



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